Un palestino que había participado de las protestas en Gaza el sábado murió este domingo por las heridas causadas por un disparo de soldados israelíes que reprimieron a decenas de manifestantes que lanzaban explosivos y bombas de estruendo contra la verja divisoria entre el territorio palestino e Israel.
Habeeb al Masri, joven palestino de 20 años, falleció esta madrugada después de recibir un disparo en el pecho durante las protestas en el marco de las convocatorias denominadas Marchas del Retorno, informó el Ministerio de Sanidad Palestino. Otros tres fueron heridos por fuego israelí en reacción al lanzamiento de 200 explosivos contra la valla fronteriza.
Además de la reacción con disparos a las protestas en la frontera, Israel bombardeó dos posiciones militares de Hamas en el sur de la franja. «En respuesta a los múltiples artefactos explosivos que se lanzaron y explotaron en las revueltas de Gaza cerca de la frontera con Israel esta noche, un avión del Ejército atacó dos puestos de observación de Hamas en el sur de la Franja de Gaza», informó el Ejército.
Sobre la una de la mañana hora local (23.00 GMT) se activaron las sirenas antiaéreas en el Consejo Regional de Eshkol, como resultado de un explosivo lanzado contra la valla de seguridad y haciendo correr a la población israelí a los refugios. «El explosivo no cruzó la verja de seguridad. Los sonidos de explosiones oídos en la zona fueron resultado de explosivos lanzados en la Franja de Gaza», explica un comunicado castrense.
En la tarde del sábado, como sucede desde hace unas semanas, las autodenominadas «unidades de confusión nocturna», que forman parte de las Marchas del Retorno (que se repiten cada viernes desde hace un año) llevaron a cabo actividades violentas cerca de la divisoria con Israel.
Según fuentes en Gaza, los participantes quemaron neumáticos, que lanzaron hacia la verja de separación, al este de Jan Yunis, en el sur del enclave, al este de Al Bureij, en el centro, y al este de Gaza capital. También lanzaron «docenas de bombas de estruendo» en la zona fronteriza, para «confundir a los soldados y molestar a las pequeñas poblaciones israelíes cercanas».