La secretaría de Ambiente y Ordenamiento Territorial a través de la Dirección de Ecoparque Mendoza (DEM) prevén dar este año 1.000 animales en el marco del protocolo de entrega a sus futuros adoptantes.
“En la actualidad se está tramitando la adopción de 500 animales a completarse en la primera mitad del año y se estima completar la adopción de otros 500 antes de fin de año, desde el lanzamiento del programa ya se derivaron más de 200 animales”, señalaron autoridades de la dirección de Ecoparque de la provincia.
En este sentido, durante esta semana, se aplicó en el Ecoparque el Programa de Vacunación Nacional contra la Aftosa y se vacunó a 37 ejemplares de búfalos de la India, y contra la brucelosis a las terneras de búfalo de entre tres y ocho meses.
El procedimiento se realizó con la colaboración de especialistas de la Comisión Provincial de Sanidad Animal Mendoza (Coprosamen) y los trabajadores del Ecoparque, quienes adaptaron los recintos incorporándole un brete, para facilitar el manejo de los animales.
En el marco del Plan Sanitario, entre fines de 2018 hasta la fecha, se han muestreado más de 680 animales para realizar pruebas de brucelosis en ovejas, cabras, y llamas, y la de anemia infecciosa equina en ponis, los cuales están dentro del Programa de Adopción Responsables y todos son entregados con la copia de los resultados médicos.
Desde que comenzó la conversión del ex zoológico, y en lo que respecta a especies exóticas, se ha trasladado a la chimpancé Cecilia a un santuario en Brasil (2017), a ocho tapires y 80 pecaríes a Iberá (en 2018) y para este año gestionan el traslado de dos hipopótamos y otros animales propios de África a una reserva en ese continente.
El mecanismo de adopción es un proceso en el que intervienen Senasa, la Secretaría de Ambiente, Fiscalía de Estado y la Dirección de Recursos Naturales Renovables con el objeto de asegurar el bienestar de los animales.
La Ley provincial 8945/16 creó la Dirección de Ecoparque Mendoza (DEM) y le atribuyó objetivos y funciones específicas, entre las que figuran la necesidad de mejorar el bienestar de los animales cautivos al momento de su creación y su traslado a lugares donde puedan gozar de mejor calidad de vida hasta su muerte natural.
El cierre provisorio del ex zoológico en 2015 tras la muerte de medio centenar de animales se convirtió en definitivo a inicios de 2016, tras fuertes reclamos de asociaciones de protección y ciudadanos.