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Conflicto incesante

Un gigantesco apagón eleva las tensiones en Venezuela en medio de la crisis


Gran parte de Venezuela seguía hoy sin luz en uno de los mayores apagones de los últimos años, que elevó las tensiones en un país ya de por sí convulsionado por una creciente crisis política.

El presidente Nicolás Maduro ordenó suspender el dictado de clases y las actividades en los organismos de gobierno a fin de facilitar la tarea de equipos técnicos que intentan restablecer el servicio.

El gobierno rápidamente achacó el apagón, que afectó a 22 de los 23 estados de Venezuela, a un sobataje contra una gran represa hidroeléctrica orquestado por un senador republicano de Estados Unidos.

También se sufrió en Caracas, que hasta ahora había estado en parte exenta de este recurrente problema del país, a partir de la tarde de ayer, y hoy seguía sin luz desde hacía más de 16 horas.

En la capital hoy no funcionaban ni el subte ni los trenes, mientras que la conectividad a los servicios de telefonía e Internet se mantenía de forma intermitente, informó el diario El Nacional.

El corte comenzó a las 17 de ayer, a poco del atardecer, y la inmediata interrupción del subte y el apagado de los semáforos en Caracas provocó embotellamientos de tránsito y obligó a miles de indignados ciudadanos a caminar largas distancias hasta sus casas.

La capital venezolana es una de las ciudades del mundo más afectadas por la delincuencia, así que muchas personas abandonaron sus trabajos temprano para regresar a sus hogares seguros.

El aeropuerto internacional de Caracas también se quedó sin luz, según dijeron viajeros que debían tomar vuelos en mensajes en redes sociales.

El partido de fútbol por la Copa Libertadores, programado para anoche en Barquisimeto, capital del estado Lara, tuvo que ser suspendido.

El apagón llega en medio de un fuerte conflicto de poderes entre Maduro y el líder antichavista Juan Guaidó, el presidente del parlamento, quien juró como presidente «encargado» de país en enero y es reconocido por Estados Unidos y unos 50 países.

Guaidó aprovechó el corte para fustigar a Maduro, cuya reelección de mayo pasado desconoce y a quien considera, por lo tanto, un «usurpador» de la Presidencia.

«Saboteo es robarse el dinero de los venezolanos, Saboteo es quemar comida y medicina, Saboteo es robar elecciones», dijo hoy por Twitter.

Anoche, por el mismo medio, había dicho que «Venezuela tiene claro que la luz llega con el cese de la usurpación».

Guaidó quiere que Maduro renuncie y permita nuevas elecciones.

Minutos antes de la medianoche, la vicepresidenta Delcy Rodríguez afirmó que el corte se debía a un sabotaje llevado a cabo por sectores extremistas bajo las directivas del senador republicano estadounidense Marco Rubio.

Venezuela depende de su vasta infraestructura hidroeléctrica, más bien que de sus grandes reservas de petróleo, para su provisión eléctrica doméstica.

Sin embargo, años de desinversión y desmanejo han perjudicado y dañado las grandes represas, y los cortes son muy frecuentes.

La compañía de luz estatal Corpoelec denunció un sabotaje de la Central Hidroeléctrica Simón Bolívar, una de las mayores de Latinoamérica, ubicada en el estado de Bolívar, aunque no dio detalles.

«Es parte de una guerra eléctrica contra el estado», dijo la compañía en Twitter.

El secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, rechazó las acusaciones contra Estados Unidos.

«La escasez de electricidad y el hambre son resultado de la incompetencia del régimen de Maduro», tuiteó.

El apagón también hacía casi imposible el comercio.

El billete de mayor valor de Venezuela, el de 500 bolívares, equivale a unos 6 pesos argentinos, así que la mayoría de las transacciones se hacen de manera electrónica.

La inflación venezolana llegará a 10 millones por ciento este año, según el FMI.