El ministro de Empresas británico, Greg Clark, anunció este miércoles que el gobierno prepara una nueva política arancelaria, que integra la liberalización de varios sectores, para el caso de que el Reino Unido deje la Unión Europea (UE) sin acuerdo bilateral el próximo 29 de marzo.
Clark reveló estos preparativos después de que el canal Sky News aseguró que el Ejecutivo conservador de la primera ministra Theresa May planea recortes de entre un 80 y un 90% en las tarifas a la importación de ciertos productos, lo que suscitó las críticas de la oposición.
El ministro agregó que los cambios previstos en caso de un Brexit sin acuerdo con la UE «tendrán grandes consecuencias para diferentes sectores económicos». Según Sky News, el gobierno planea la mayor liberalización económica de la historia, que implicaría la reducción o eliminación de tarifas comerciales en varios productos, entre ellos componentes de automóviles y algunos alimentos, aunque otros, como la carne, quedarían protegidos.
La rebaja arancelaria tiene el objetivo de evitar un fuerte incremento de los precios de ciertas importaciones tras el Brexit y mostrar que la economía del Reino Unido está «abierta» para los negocios.
La oposición laborista critica que la liberalización económica perjudicará a los sectores productivos del país, desde la manufactura a la agricultura, y abrirá la puerta a «una inundación de importaciones» de otros territorios. Otros críticos señalan que reducir los aranceles de forma unilateral socavará la capacidad de Londres de llegar a acuerdos comerciales con terceros países.