Según un informe de la consultora de salud IQVIA y la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA), el año pasado la venta de medicamentos comenzó a caer con fuerza a partir de mayo. Esto coincide con la profundización de la crisis económica en el país.
La relación entre 2017 y 2018, es de 100 mil medicamentos menos comprados por día. Los responsables del estudio temen que muchos estén abandonando tratamientos de enfermedades crónicas como respuesta a la abrupta caída en el poder adquisitivo del salario en 2017.
El consumo menor al año anterior se registra de manera ininterrumpida desde mayo, en coincidencia con el inicio de la crisis económica, pero se sintió con especial fuerza en el último cuatrimestre del año pasado, según las estadísticas de la COFA. Noviembre y diciembre fueron los peores meses, con descensos interanuales de 9,7% y 8,6%, respectivamente.
En el último mes del año, por ejemplo, la caída fue del 13% interanual en remedios de venta libre y del 7,1% en los de venta bajo receta. En noviembre, en tanto, los derrumbes habían sido del 16,1% para las drogas que no requieren prescripción médica y del 7,5% para las otras. En enero de 2019, en tanto, la retracción fue algo menor, pero también relevante: 5% en recetados y 8,7% en venta libre.
Según el informe de COFA, todos los grupos farmacológicos -a excepción de aquellos para los músculos esqueléticos- se vieron afectados. La presidenta de la Confederación, María Isabel Reinoso, indicó que las estadísticas son el resultado de una «depresión de las economías familiares, a raíz de los aumentos de tarifas y el desempleo».
«Los pacientes acortan tratamientos crónicos, aunque en estas patologías la merma de consumo en unidades es menor que en otros segmentos», señaló Reinoso a ese medio. En ese sentido, destacó que los medicamentos de venta libre, utilizados para dolencias menores, mostraron una caída mayor. Entre los productos más perjudicados señala los de sangre y órganos hematopoyéticos (los cuales comprenden a antitrombóticos, antianémicos, soluciones de perfusión, antihemorrágicos y medicamentos que disminuyen los lípidos).
Daniel Torres, rector de la Universidad Isalud y ex superintendente de Servicios de Salud (entre 2002 y 2006), sostiene que la adhesión al tratamiento (es decir, el seguimiento de las instrucciones médicas y las prescripciones farmacológicas) es de extrema importancia para los pacientes crónicos. A pesar de que observa una disminución general del consumo de medicamentos -la cual también atribuye a los movimientos de la macroeconomía-, aclaró que todavía «no se ha visto un abandono global» en el caso de enfermos de gravedad.