El presidente de la minera brasileña Vale, Fabio Schvartsman, presentó su carta de renuncia «temporal» junto a otros tres directivos, la cual fue aceptada por la compañía. Ocurrió a cinco semanas de la rotura de un dique en Brumadinho, al sudeste de Brasil, que dejó 186 muertos y a 122 personas desaparecidas.
Según un comunicado, Schvartsman, de 65 años, y los otros ejecutivos presentaron su pedido después de que la Fiscalía y la Policía Federal recomendaran este viernes su despido en medio de las investigaciones. La misma empresa indicó que había sugerido también que se alejaran de sus cargos.
En una carta dirigida al Consejo de Administración de la firma, y filtrada a algunos medios brasileños, su hasta hoy máximo responsable pidió la separación temporal de su cargo «en beneficio de la continuidad de las operaciones de la compañía y del apoyo a las víctimas y sus familias».
El hombre defendió su gestión y dedicación «día y noche» desde que se desató la tragedia para atender a las víctimas, colaborar en las investigaciones y preservar las actividades de la compañía, pero aceptó que su trabajo como presidente comenzó a ser «percibida como un inconveniente».
El actual director ejecutivo de Vale, Eduardo Bartolomeo, lo reemplazará en el cargo.
La tragedia puso en el centro del debate las medidas de seguridad y fiscalización en este tipo de instalaciones mineras porque hace solo tres años otra mina de la empresa Vale sufrió una rotura similar, en Mariana.
Cuando Schvartsman llegó al cargo de presidente ejecutivo de Vale, en mayo de 2017, adoptó el lema “Mariana nunca más”. Veinte meses después, una descomunal lengua de lodo se tragó a unas 300 personas entre trabajadores de la compañía y subcontratados.
El pasado viernes, se abrió una investigación contra la compañía por corrupción ante la sospecha de que sus directivos engañaron a las autoridades sobre la seguridad de la represa, que finalmente terminó colapsando.