Luciana Rizzo tiene 24 años y desde los 15 integra el cuerpo de Bomberos Voluntarios de Pedro Luro, al sudoeste de la provincia de Buenos Aires. A principios de 2017, una foto de ella dormida después de una jornada de trabajo para aplacar el fuego en el partido bonaerense de Villarino se viralizó al punto de llegar a la prensa internacional y al presidente Mauricio Macri, que la llamó para felicitarla.
La joven bombero, que es verdulera y peluquera, tuvo la oportunidad de mostrar a través de esa foto cuán duro es el trabajo de los bomberos voluntarios que con sacrificio y vocación se ponen en riesgo por su comunidad. «Caí agotada del cansancio y me dormí en el piso», contó sobre la foto.
En medio de los incendios forestales del verano pasado en el sur bonaerense, fueron muchas las dotaciones de bomberos que trabajaron durante horas contra las llamas. «Todos los bomberos de la zona no dan abasto y damos todo lo que podemos. Fuerzas para todos mis colegas bomberos que están trabajando en estos momentos y nunca se rinden«, escribió entonces Luciana.
Algunos meses más tarde de su salto a la fama la joven recibió además una invitación al acto inaugural de la 131º Exposición de Ganadería, Agricultura e Industria Internacional. En esa ceremonia se rindió homenaje a los bomberos que trabajaron en los incendios que cubrieron 800 mil hectáreas entre las provincias de Buenos Aires, Río Negro y La Pampa y Luciana era la única mujer.
Allí el Presidente saludó a todos los bomberos reconocidos por su labor y cuando saludó a Luciana recordó la llamada telefónica y le dijo: «¿Vos sos la loca que apagaste los incendios?».
Sin embargo, todo el cariño y el reconocimiento que recibieron tanto ella como su compañero les trajo problemas en el cuartel de Pedro Luro donde prestan servicio. Desde que se viralizó la foto y sobre todo desde la comunicación con Macri, sus compañeros y sus superiores comenzaron a agredirlos.
«A mi novio llegaron a esconderle los guantes, le cambiaban las botas de lugar o se encontraba con guantes quemados y a la hora de salir a un siniestro no tenía su equipo en condiciones», contó al diario La Nueva. Incluso narró que un compañero le dijo a su novio en tono de broma: «Tené cuidado que te podés quemar en un incendio». Ellos sintieron que los amenazaban.
Después de un tiempo alejados, cansados del destrato, cuando quisieron volver les dijeron que no volvieran a trabajar al cuartel y les pidieron que devuelvan sus uniformes, aunque nunca formalizaron la medida por escrito.
Sin embargo, después de una reunión el fin de semana con Luciano Flocco, jefe del cuartel, ambos jóvenes fueron reincorporados y volverán a hacer el trabajo que sienten con vocación, que es apagar incendios.
Cuando la foto se hizo viral, a Luciana le escribieron de todas partes del mundo agradeciéndole por su arriesgada tarea e incluso muchos jóvenes le pedían consejo para animarse a ser bomberos. Aunque parecía que todo el reconocimiento se volvía contra ella y su novio arrebatándoles su pasión, la historia tuvo un final feliz y ambos volverán a sentir la adrenalina de la lucha contra el fuego.
UENTE: Infobae