El Gobierno de Nicaragua y la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia instalaron este miércoles una mesa de diálogo para buscar una solución a la crisis política y social del país, después de que el presidente Daniel Ortega ordenara la liberación de un indefinido número de personas detenidas por protestar en su contra.
El diálogo quedó formalmente reanudado después de una interrupción de siete meses, sin la presencia de Ortega y con autoridades de la Iglesia católica como testigos. La Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia es la contraparte del gobierno en el llamado diálogo nacional y está compuesta por empresarios, estudiantes, académicos, campesinos y miembros de la sociedad civil.
El secretario general de la OEA, el uruguayo Luis Almagro, se ofreció hoy como posible «garante» de esta nueva instancia de diálogo, pero reiteró que para que esta idea prospere en necesaria la liberación de los «presos políticos».
«Nosotros estamos de acuerdo con un proceso de diálogo, no exactamente como mediadores, pero como garantes de ese proceso», explicó Almagro en declaraciones a la prensa en la sede de la OEA, en Washington, citado por la agencia EFE.
Por la mañana, Ortega liberó a varios presos a los que la oposición considera «políticos», quienes volvieron a las calles desde la cárcel La Modelo. Los detenidos salieron del penal a bordo de microbuses del Sistema Penitenciario Nacional, confirmó a medios locales en Managua Brenda Gutiérrez, vocera del Comité Pro Liberación de Presas y Presos Políticos.
Las autoridades no informaron cuántos presos fueron liberados ni mucho menos difundieron los nombres de los beneficiados por la decisión gubernamental. Pero la agencia EFE aseguró que entre los manifestantes liberados está el veterano maratonista Alex Vanegas, capturado «por alteración al orden público» el 2 de noviembre último cuando cantaba el Himno Nacional de Nicaragua en un cementerio de Managua.
Este asunto y muchos otros derivados de la crisis social, económica y política de Nicaragua serán tratados ahora en la mesa de negociaciones que se abrió en la sede del Instituto Centroamericano de Administración de Empresas (INCAE), en las afueras de la capital nicaragüense.