El presidente de Boca, Daniel Angelici, aseguró que no lo «beneficia» que los barra bravas de Boca hayan intimidado a plateístas para que no canten en su contra y dijo que «los muchachos quieren que la gente» vaya a la cancha «a alentar».
El episodio que se registró durante el partido frente a Lanús en La Bombonera tras el cual se viralizaron videos con barras intimidando a los simpatizantes de la platea y en relación al hecho Angelici señaló: «No me gustó eso y lo hice saber».
«Sé cómo funciona el club, sé que los muchachos, que denominan de la barra, no quieren que la gente insulte a nadie. Ellos quieren que la gente venga a alentar, pero a mí no me hacen ningún favor y por eso he reforzado los ingresos a las plateas», indicó.
En una nota concedida al Diario Olé, añadió: «No puede entrar más nadie a la platea que no sea plateísta. Ellos (por los barras) a veces tienen el pase para colgar las banderas, pero lo estamos restringiendo».
Asimismo reveló: «No sé si fue una iniciativa de ellos o si los mandaron. Sólo sé que eso a mí no me beneficia, al contrario, me terminó perjudicando. Aparte estamos en un año electoral, hay suspicacias. El club es de los socios y si ellos sienten que me tienen que insultar, lo harán».
En tanto, al hablar de por qué lo insultan en la cancha, manifestó: «Porque el dolor de no haber ganado la final justo contra tu clásico rival es grande. Y entiendo que el hincha, no todos, pero una parte que viene a la cancha, tiene que canalizar esa bronca con alguien físico».
«Ese alguien físico soy yo y está bien que así sea. No me gustaría que vengan a insultar a los jugadores o a un cuerpo técnico, prefiero que me insulten a mí, porque soy el que tengo la mayor responsabilidad», aseveró.
Además comentó: «Ningún club toca fondo cuando se cierran balances positivos, se hacen inversiones importantes, se triplica el patrimonio del club, sos bicampeón de Argentina o haces compras internacionales. Tocar fondo es estar último en la tabla, perder la categoría o acogerte a la ley de salvataje de clubes».
También dijo que los ocho años en Boca le dieron «el orgullo y el honor de ser el presidente de la institución más grande de América» y aseguró que su dirigencia va a «dejar un club mucho mejor en todos los órdenes».
«Me voy tranquilo porque, más allá de no haber podido ganarlas, hemos llegado a las finales de dos Copa Libertadores y es complicado llegar hasta ahí. Después, hemos puesto en la vitrina del club cinco copas más en estos siete años y me hubiera gustado ganar todo», expresó.
Finalmente señaló: «No creo que lograr la Copa me hubiera hecho el mejor presidente y por no haberla ganado, creo que tampoco soy el peor. Fui un presidente que trabajó honestamente, con errores y aciertos, y que no utilizó nada de la institución para beneficio personal».