Por Enrique Genovar
Ni una cosa ni la otra. Ni el equipo que goleó a Olimpo, ni el que perdió ante Godoy Cruz. Está claro que Central es un buen equipo, pero que no puede dar el salto. Es que las suspensiones y las lesiones privaron al entrenador de poner en cancha su once ideal. Tal es así que desde que comenzó la era Fernández ya son 25 los cambios que tuvo que realizar y la mayoría de ellos fueron por obligación.
Y más allá de que la efectividad de este ciclo es irreprochable al equipo le falta para llegar al objetivo de las copas.
Pero el dato de las suspensiones y de las lesiones no es menor. Es imposible hoy en el fútbol argentino llegar a la meta que cada equipo se propone con tantos contratiempos como como está teniendo este Central de Fernández.
Pero también está en el cuerpo técnico potenciar las herramientas que tiene para que el equipo no se resienta tanto.
Una semana por delante complicada. Y la complejidad de la misma no sólo es porque será post derrota, sino por los cambios que deberá hacer nuevamente para el próximo partido. Es que ante Vélez el DT no podrá contar, casi con seguridad, la dupla de zagueros centrales titulares. Y más allá de eso deberá reacomodar el medio para que su equipo vuelva a tener algo de juego. Además de la gran misión de hacer que se compatible la tarea de los tanques de arriba o volver a tomar la decisión de sacar a uno de los dos…