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El fiscal que investiga la muerte en Miramar consideró que la tarea de la policía fue «paupérrima»


El fiscal Walter Martínez Soto, que investiga la muerte de Ezequiel Lamas en el centro de Miramar, tildó este lunes de «paupérrima» la tarea del personal policial que estuvo presente en el hecho desde un primer momento. Además, negó que él haya dado la orden para que el acusado sea liberado.

El titular del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil de Mar del Plata aseguró que en la causa quedó acreditado que la víctima y sus amigos «no habían querido robar» y que hubo un «malentendido».

El fiscal Martínez Soto criticó esta mañana a los policías que trabajaron desde un primer momento en el hecho que terminó con la muerte de Ezequiel, ya que «en vez de demorar al acusado y de mantener una comunicación con la fiscalía, se tomaron los datos muy por arriba de quien sería y se lo dejó ir del lugar».

«De ninguna manera ordené que lo liberen, en un principio no se sabía si era mayor o menor de edad el joven y tampoco se mantuvo una comunicación con la fiscalía de Miramar en el sentido de si se adoptaba algún tipo de medida», sostuvo al canal Todo Noticias.

Para el fiscal, «hubo una actividad paupérrima por parte de la Policía, que no se condice con un Estado de derecho», ya que los efectivos debieron «comunicarse con la fiscalía de turno y nadie lo hizo».

«Si hiciésemos un panorama de la actual actividad del personal policial y su relación con el Ministerio Público Fiscal estaríamos horas sentados acá explicando las deficiencias por parte del personal policial», añadió.

Martínez Soto dijo que en las próximas horas el imputado será indagado por el delito de «homicidio preterintencional», cuya expectativa de pena en un futuro juicio oral va de 1 a 6 años de prisión.

«Entendemos por las pruebas que se agregaron a la causa de que la intención originaria no iba de la mano de ocasionarle la muerte, tiene una figura de homicidio atenuada», precisó.

El fiscal relató que el personal policial estaba trabajando y en forma «sorpresiva» el imputado se acercó a los jóvenes y le dio a Ezequiel «un golpe de puño a la altura del mentón que le provocó que caiga como un peso muerto sobre el suelo, impactando fuertemente su cráneo contra el piso con pérdida de conocimiento».

Por último, el funcionario judicial afirmó que quedó «acreditado en la causa que no habían querido robar y que fue un mal entendido que se estaba aclarando con la actividad de la Policía hasta que aparece este tercer sujeto golpeándolo».