Este sábado se inició en París la décima cuarta marcha de los “chalecos amarillos” en demanda de un mayor poder adquisitivo y en contra de las reformas económicas del presidente francés, Emmanuel Macron.
Durante este mediodía se dio un enfrentamiento entre los manifestantes y la policía que reaccionó reprimiendo con gases lacrimógenos.
Las protestas se realizan durante todo el fin de semana en al menos una veintena de ciudades francesas, al momento que se cumplen tres meses del comienzo de las manifestaciones.
En París, por otra parte, se llamó a bloquear el mayor tiempo posible la plaza de la Estrella, donde se encuentra el Arco del Triunfo, al final de la avenida de los Campos Elíseos. Para mañana fue convocada otra marcha declarada de voluntad “pacífica”, con el fin de protestar en los Campos Elíseos y terminar en el Campo de Marte, cerca de la torre Eiffel.
El pasado jueves, uno de los activistas del movimiento, Cristophe Chalençon, aseguró en declaraciones a la cadena de televisión italiana La7 que Francia se encuentra “al margen de una guerra civil” y explicó que hay personas retiradas del Ejército en oposición al poder que “están listos para intervenir” y “derrumbar el gobierno”.
La primera marcha de los «chalecos amarillos» se realizó el pasado 17 de noviembre en la cual se reunió a unas 290.000 personas en todo el país por el aumento de combustible. A tres meses de esa marcha, a pesar de que el gobierno de Macron suspendió el aumento de algunos impuestos y anunció el aumento del salario mínimo, las protestas continúan.
Sin embargo, las últimas protestas han ido perdiendo fuerza en términos de movilización, según informes del Ministerio del Interior francés.