El presidente iraní, Hasan Rohani, advirtió hoy que Irán continuará desarrollando sus sistemas de misiles, ante la multitud congregada en la plaza Azadi de Teherán para festejar el 40 aniversario del triunfo de la Revolución Islámica en ese país.
«No hemos pedido y no pediremos permiso para fabricar misiles. Continuaremos nuestro camino militar y defensivo», subrayó Rohani, quien detalló en su discurso algunos de los logros militares de los últimos 40 años.
El mandatario señaló, además, que «la potencia militar de Irán es sorprendente para todo el mundo», entre los vítores de los asistentes, que llenaron la plaza y todas las calles aledañas.
En una muestra de este poderío, el Cuerpo de los Guardianes de la Revolución expuso en las calles de Teherán, escenario de ceremonias los misiles Qadr, con un alcance de 2.000 kilómetros; Ghiam, de 700 kilómetros; y Zolfeghar, de 800, informó la agencia de noticias EFE.
Los sistemas de misiles de Irán, así como su influencia regional, preocupan especialmente a Estados Unidos, pero también a Europa y a países de Medio Oriente como Arabia Saudita e Israel.
Sobre la influencia regional, Rohani afirmó que gracias al apoyo de Irán a Irak, Siria, Líbano, Palestina y el Yemen, «los enemigos no lograron una victoria».
También incidió en la intervención extranjera en Medio Oriente, en particular de Estados Unidos y aseveró que esas fuerzas foráneas «deben salir de la región».
El año pasado, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, decidió retirar a su país del acuerdo nuclear firmado con Irán en 2015 y reactivó las sanciones contra ese país, lo que causó daños a la economía y llevó al régimen de los ayatolás a denunciar una «guerra económica».
«La presencia de la gente en las calles de todo el Irán islámico significa que se han arruinado las conspiraciones planeadas este año por el enemigo», afirmó el Rohani en su discurso.
A su juicio, la gran participación popular en las celebraciones de hoy demuestran que «el enemigo no alcanzará sus objetivos siniestros y la vía de la revolución continuará del mismo modo que en los pasados 40 años».
Cientos de miles de ciudadanos salieron hoy en las principales ciudades del país para conmemorar el cuadragésimo aniversario de la caída del régimen del sha Mohamad Reza Pahlevi y el ascenso al poder del ayatolah Ruhollah Khomeini, el líder de la Revolución Islámica.
Las imágenes de las cadenas de televisión estatal mostraron grandes multitudes de manifestantes con banderas iraníes y coreando lemas como “Muerte a Israel, muerte a América”, proclamas habituales desde la Revolución Islámica.
«A pesar de la consternación de América, la revolución alcanzó los 40 años», reza otra de las pancartas exhibida por los manifestantes, informó la agencia de noticias Europa Press.
La elevada asistencia a las manifestaciones convocadas por el Gobierno coincide con un momento especialmente delicado para los iraníes por el aumento de los precios, la escasez de alimentos y la alta inflación, circunstancias que provocaron anteriormente una ola de manifestaciones contra el Gobierno.
Arabia Saudita, líder sunnita de la región, y otros países árabes miran con recelo a Irán desde que la Revolución Islámica acabó con el régimen del sha, por el temor a que el ayatolah Khomeini sirviera de inspiración a los milicianos islámicos en Medio Oriente.
Irán y Arabia Saudita están implicadas en los conflictos de Irak, Yemen y Siria, donde defienden a bandos contrapuestos y profesan visiones opuestas del islam: el primero es chiita y su adversario es sunnita.