El viceministro de Hacienda, Sebastián Galiani, estimó que febrero fue «el peor mes del año» por el nivel de inflación, pero pronosticó que a partir de marzo, el costo de vida comenzará a bajar y «esa tendencia no se va a detener».
«Febrero va a ser el peor mes del año, pero luego comenzará un proceso importante de desinflación. Y cuando culmine este mandato de Mauricio Macri, se verá que la inflación bajó a lo largo de todos los años. En 2019 el proceso será todavía mucho más marcado», enfatizó el funcionario.
En un reportaje publicado este jueves en el portal Infobae, Galiani comentó que el «cambio de tarifas» impactará fuertemente en la inflación de febrero, pero vaticinó que, a partir de este mes, el costo de vida «empieza a bajar y la tendencia no se va a detener».
«En 2019 será mucho más marcado este fenómeno, porque cae más el financiamiento al Tesoro por parte del Banco Central y los ajustes tarifarios no superarán la inflación. En mayo, ya se debería notar una reducción muy importante. Veo algo más parecido a lo sucedido en 2016, cuando la desaceleración fue muy importante en el segundo semestre», añadió.
Por otra parte, el funcionario reconoció que la sequía que afecta a las zonas productivas del país va a impactar en el PBI: «por el momento, vemos un impacto negativo de no más de 0,3 puntos. Pero hay que esperar al segundo semestre para tenerlo un poco más claro», comentó.
Y resaltó que «no esperamos un impacto con efectos multiplicadores en la industria porque se está vendiendo stock acumulado el año pasado. Y las exportaciones se verá compensado por la suba de precios».
En tanto, Galiani consideró que los déficits fiscal y de cuenta corriente «son sostenibles. El mercado también lo piensa, si no nos estaría financiando. Pero es importante que ambos déficit son fenómenos relacionados».
«El rojo de cuenta corriente es el reflejo al menos en parte del déficit fiscal primario. Pero cuando el déficit público baje al 2,2% en 2019 esta situación dejará de generar incertidumbre. Y si entonces el déficit de cuenta corriente no cae será una buena noticia, porque significa que estará aumentando la inversión», puntualizó.
En cuanto al gasto público, el viceministro resaltó que «ningún plan de shock aplicado en la Argentina bajó tanto el gasto como nosotros. Ni siquiera la devaluación de 2002 lo consiguió, porque fue un ahorro transitorio que luego se lo comió la inflación. no hubo un cambio estructural».
Por ese motivo, aseguró que «no son serias ninguna de las propuestas que se escuchan y que proponen bajar de golpe el gasto 15 puntos del PBI. Ni socialmente ni jurídicamente son opciones viables. Ningún país hizo algo semejante, salvo Israel en 1985 luego de dos guerras».