Otra vez, cara a cara. Como hace no tanto, sólo que esta vez sí habrá tribunas llenas y la pelota rodará en una de las dos casas del Clásico rosarino. Newell’s y Central le ponen pimienta y color a un domingo que amenaza con ser gris desde su principio hasta su final. En el medio, una ciudad que vuelve a paralizarse. Pero no es uno más. Hay una necesidad y una preocupación que azota a ambos por igual: la tabla de promedios.
La última sonrisa se la llevó Central. En un cotejo algo más importante que los normales cruces ante Newell’s. Ahora ambos asumen un nuevo compromiso en el que se juegan más de tres puntos. Aunque no se trata del famoso “plus” que se lleva aquel equipo que se queda con el partido lugareño. Este Clásico de las necesidades tiene estrecha relación con la tabla que nadie quiere ver. Los dos equipos deben imperiosamente empezar a engrosar el promedio para no coquetear con la posibilidad quedar en el fondo de cara al torneo que viene.
Pero el cotejo tiene otra particularidad: después de muchos años, Central llega al clásico luego de ser campeón. Y no es un antecedente para dejar pasar, ya que uno de los escollos que el Canalla debió sortear para consagrarse en la pasada edición de la Copa Argentina fue nada menos que el rival de toda la vida, al que enfrentará hoy desde las 17.10, cuando Diego Abal pite el inicio del juego en el Coloso.
Del otro lado de la línea de cal también se impone un duelo que tiene sus particularidades. Héctor Bidoglio, DT que debuta en el derby local, tendrá la chance de darle un fuerte impulso a un comienzo de buenas actuaciones y resultados. La comisión directiva lo ratificó el cargo y el flamante entrenador respondió, respaldado por su equipo que regaló una gran actuación, por ejemplo, ante Boca, teniendo en cuenta también los importantes triunfos obtenidos en el cierre del 2018.
Por su parte, el Patón Bauza ya cumplió un hito bastante importante en lo que es el fútbol rosarino: dejar afuera al clásico rival en una definición mano a mano. Ahora va por nada menos que una victoria en el Coloso, algo que renovaría aún más el crédito que ya tuvo al obtener la Copa Argentina con Central y haberlo clasificado, de esa manera, a la Copa Libertadores.
En familia, con amigos, solos o con desconocidos. Todos se las ingeniarán para vivir, mirar, escuchar y hasta espiar el Clásico que vuelve a detener a la ciudad. Desde el estadio o desde el living, quizás desde un pequeño rincón en el trabajo, los ojos estarán posados en un nuevo Newell’s-Central. El resultado, sea cual sea, tendrá incidencia en qué pasará con la tabla de promedios, de dónde los dos quieren salir cuanto antes. Para eso, hoy deben animarse a dar un paso fundamental, porque el que alce los brazos a la hora del final recibirá una importante inyección anímica para afrontar lo que queda de la Superliga.