Un relevamiento de la ONG “Inquilinos en Comunidad” advierte que jóvenes de otras localidades “están teniendo problemas al momento de regresar a Rosario para continuar la carrera que ya comenzaron"
Por Andrea Astiasuain
Miles y miles de jóvenes llegan todos los años desde el interior a Rosario en búsqueda de un estudio que los capacite para ingresar al mercado laboral en el futuro. Sin embargo, en los últimos años el arribo ha decaído porque cada vez se hace más difícil afrontar los gastos de vivir en la ciudad. Un relevamiento de la ONG “Inquilinos en Comunidad” advierte que un estudiante necesita entre 20 y 25 mil pesos mensuales para vivir en Rosario.
CLG dialogó con Dorian Fernandez, integrante de la ONG, quien manifestó que los estudiantes “están teniendo problemas al momento de regresar a Rosario para continuar la carrera que ya comenzaron y, de la misma forma, ocurre con los que llegan por primera vez”.
Fernández comentó que el principal problema “radica en los valores que se están manejando para poder alquilar». Según el relevamiento, el monto del alquiler de un departamento de dos ambientes, cercano a los centros de estudios, ronda los $6.500. Otra alternativas son los monoambientes, que están alrededor de $6.000. Esto significa que se registra una suba del 40% si se compara con febrero del 2018.
Si al alquiler se le suman los gastos fijos mensuales, la comida, la movilidad, los servicios y las herramientas para poder estudiar, “el adulto a cargo necesita entre 20 y 25 mil pesos para que su hijo pueda estudiar en Rosario o en otras localidades”, sostiene Fernández.
Para poder paliar la situación económica, cada vez son muchos más los estudiantes que buscan diferentes alternativas. Desde compartir el departamento con un allegado, buscar unidades mucho más pequeñas, conseguir un lugar en pensiones o, hasta en algunos casos más extremos, dejar el cursado para realizar la carrera en la metodología libre. Fernández destacó que “no cualquier familia dispone de ese dinero para que un adolescente pueda venir a estudiar”.
En los datos oficiales que brindará la Universidad Nacional de Rosario en los últimos días de febrero, se puede ver que hay una disminución en la llegada de estudiantes de otras localidades.
Fernández explicó que “la llegada de habitantes nuevos se veía a partir de octubre o noviembre del año previo del inicio del ciclo y actualmente hay muchos chicos que están alquilando recién ahora en el mes de febrero”.
La misma situación se puede ver en las pensiones. Un sondeo realizado por la ONG muestra que para “esta fecha o para el mes anterior, las pensiones tenían el cupo completo, y hoy todavía existen lugares disponibles”. Lo que representa una “baja de entre el 30% y 35% de ocupación en la llegada de estudiantes a pensiones”.
Por último, aseveró que se necesita de manera urgente una solución porque esto “afecta directamente a la educación pública. El estudiante que hoy no viene a cursar su carrera es un estudiante que no lo vamos a tener dentro de 5 o 6 años en el mercado laboral. A causa de esto vamos a tener menos profesionales de distintas áreas”.