El gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, insistió este viernes en la necesidad electoral de “construir una alternativa a la grieta” pero advirtió sobre los egos personales al señalar que “juntás diez políticos y todos quieren ser presidente y, así, es difícil”.
El dirigente socialista puntualizó que “hace falta un goleador, sí, pero también al resto del equipo”, en relación a la conformación de un proyecto político por fuera de Cambiemos y el kirchnerismo.
Lifschitz se reunió esta semana en Rosario con la líder del GEN, Margarita Stolbizer, y antes lo hizo con el radical Ricardo Alfonsín y el ex ministro de Economía, Roberto Lavagna.
En todos los casos el objetivo es el mismo: el armado de un entramado político-electoral alternativo a la polarización entre el oficialismo y el peronismo K.
“Hay que acercar dirigentes de distintos espacios políticos para salir de la disyuntiva, tener un proyecto amplio para salir de la crisis”, planteó el dirigente socialista con miras a las elecciones presidenciales de este año.
Pero advirtió que “juntás diez políticos y todos quieren ser presidente y, así, es difícil”.
En una entrevista con Radio Dos dijo que “sería importante ponernos de acuerdo sobre una figura, pero sobre todo sobre un proyecto”.
En esa línea, agregó que “tenemos que construirlo, uno que sintetice lo mejor de cada gobierno”.
Lifschitz también se mostró urgido por los tiempos de esa construcción que propone desde el Partido Socialista.
“A mí me gustaría que se definiera todo más rápido”, dijo, atento a que «a mitad de año es tarde si no se consolidan posiciones”.
Al reunirse esta semana con Stolbizer, la líder del GEN y el socialista plantearon que primero debe construirse un acuerdo programático pero no debe prolongarse excesivamente la elección de una figura electoral, porque ello conllevaría perder competitividad.
Por otra parte, Lifstchitz se mostró hoy “muy preocupado por la situación económica y social del país y de cómo influye en la vida institucional”.
“Hay una cantidad de situaciones no tan visibles como una inundación, que no generan tanta repercusión pero que vamos advirtiendo un progresivo deterioro de la vida, el cierre de pequeños negocios, de industrias y la crisis en otros que hace pronosticar que todo va a terminar en colapso”, afirmó el gobernador santafesino.