El presidente Mauricio Macri reconoció hoy que fue «demasiado optimista» cuando dijo en la campaña presidencial que era fácil bajar la inflación y admitió que esa tarea «está costando más» de lo que había imaginado.
De todas formas, en diálogo con radio De la Costa, de la ciudad bonaerense de Santa Teresita, advirtió que el único camino es reducirla para «generar desarrollo, empleo, terminar con la pobreza» y remarcó que su objetivo principal ahora apuntaba a que «la economía se vuelva a poner en marcha».
Macri remarcó que la inflación «se combate, no gastando más de lo que uno tiene. Eso nos ha costado muchísimo. La Argentina arrastra este problema hace décadas».
«Nos ha costado más de lo que imaginé. En esto tal vez fui demasiado optimista», aceptó.
Y, estimó que con la reducción de gastos que se impuso su gestión para llevar al Estado al déficit cero «no hay excusa» para ir hacia el desarrollo.
«Tenemos que seguir trabajando juntos, no buscar más el atajo, la mentira, la estafa, que nos ha llevado a tener un país muy inequitativo, con mucha pobreza y con una clase media muy golpeada, pero en el camino que hemos tomado todo va a seguir progresando porque lo que vale no se hace de un día para otro», aseguró.
Además, Macri dijo que en la construcción de este camino hay que desterrar «comportamientos mafiosos» ni «hacer la vista gorda con el narcotráfico» y consideró que «ese es el camino» del progreso para el país.
Por otra parte, dijo que «falta mucho» para las elecciones generales del 27 de octubre, cuando se le preguntó sobre la próxima campaña y explicó que ahora toda su energía está puesta en lograr que «la economía se vuelva a poner en marcha».
«Los problemas que arrastramos no se resuelven en tres años» advirtió y analizó que «lo que hemos hecho está en el camino correcto, este no es el proyecto de un Presidente».
Por otra parte, sobre su próximo viaje a la India, Emiratos Árabes y Vietnam, admitió que decidió utilizar los vuelos comerciales para su traslado con el propósito de «ahorrar 20 millones de pesos» que implicaría un avión privado.
Aceptó que desoyó «la recomendación razonable que me hace el Ministerio de Seguridad, que tiene que ver con lo que pasa en el mundo hoy» respecto a la custodia de un jefe de Estado.
Recordó que tiempo atrás analizó «comprar un avión presidencial chico, más modesto» debido al mal estado en que están los históricos Tango de la flota presidencial.
Por eso, señaló que «como siempre estamos en restricciones, estamos ahorrando» viajará en vuelos comerciales pese a que el Ministerio de Seguridad, a cargo de Patricia Bullrich, «reclama que es un riesgo, que no lo tengo que hacer más».
Explicó que el objetivo de su viaje apunta a la política de «apostar para que la Argentina vuelva al mundo, a tener relaciones con todos los países, porque eso va ayudar a desarrollarnos».
En el caso de la India, precisó que «tiene mucha complementariedad con la Argentina y hay para desarrollar no solo cosas de tecnología sino en seguridad alimentaria y energías renovables».
«Son los grandes compradores de alimentos de la Argentina y nos pueden comprar más y nos tienen un enorme afecto así que me voy para allá, al igual que al mundo árabe», señaló.
Pero agregó que el país puede «exportarle al mundo no solo soja o trigo o maíz, sino servicios con mayor valor agregado».
Macri abordó además el tema del turismo, en plena temporada. Habló del potencial del turismo en la Argentina y, en tal sentido, mencionó las obras de infraestructura realizadas durante su gestión para mejorar el desarrollo, entre ellas la «construcción de aeropuertos, rutas» y nuevos vuelos que conectan las provincias entre sí.
Además, expresó que «este verano tuvimos récord de turistas extranjeros que estuvieron por todos lados» y apuntó que «el turismo es una gran fuente de trabajo».
«Hemos andado muy bien esta temporada por suerte en la Costa, que está bastante llena, hay mucha gente veraneando», remarcó también.