WhatsApp informó este miércoles que elimina dos millones de cuentas cada mes como parte de «un esfuerzo por reducir los mecanismos que se usan para distribuir noticias falsas y desinformación» desde la aplicación, y aseguró que su objetivo es ser un servicio de mensajes privados y «no un megáfono para la gente».
«No estamos aquí para darle un megáfono a la gente, sino para enviar mensajes privados», aseguró el jefe de la división de anti-spam de la empresa, Matt Jones, en una conferencia de prensa en la India, que con 200 millones de usuarios representa el principal mercado de la app.
«WhatsApp fue creado para mensajes privados y está diseñado para compartir con personas que conocés. También está diseñado para ser ligero y proporciona cifrado de extremo a extremo de forma predeterminada en chats individuales y grupales», agregó, en declaraciones citadas por The Indian Express.
Para eliminar esos dos millones de cuentas, la empresa no atiende tanto a los reportes de los usuarios sino al «comportamiento anormal» que presentan esas cuentas, afirmó Jones.
Sus declaraciones ocurrieron durante la presentación de un documento en el que la empresa (propiedad de Facebook) mencionó, entre otras medidas para controlar la difusión de noticias falsas, la reciente limitación de 20 a cinco en el número de contactos a los que se les puede reenviar un mensaje.
Esa decisión, que en el resto del mundo se hizo efectiva en enero, regía antes en la India, donde WhatsApp es cuestionada por el Gobierno por su rol en el linchamiento de 30 personas, supuestamente provocados por rumores que se propagaron a través de la aplicación.
El envío masivo de propaganda desde la app también tuvo un rol destacado en la previa de las elecciones presidenciales de Brasil, donde una investigación del diario Folha de Sao Pablo reveló en octubre pasado que empresas pagadas por el equipo de campaña del entonces candidato Jair Bolsonaro enviaban cientos de millones de mensajes difamatorios contra su rival del PT, Fernando Haddad.
Entre otras cosas, esas empresas utilizaron cuentas falsas y técnicas para saltearse el filtro que limitaba a 20 el máximo de destinatarios del reenvío automático de mensajes.
Jones aseguró hoy que pese a ese tipo de casos, el 90% de las conversaciones se envían de una persona a otra, y que «la mayoría de los grupos aún tiene menos de 10 usuarios».
«Intentamos activamente no ser utilizados para una conversación pública. Por lo tanto, ahora hay un límite en la cantidad de chats con los que se puede compartir un mensaje», completó el ejecutivo.