Los talibanes condicionaron este miércoles el inicio del diálogo de paz en Afganistán al levantamiento de las sanciones contra su movimiento y la liberación de los «muyahidines y afganos inocentes» recluidos en las cárceles estadounidenses.
«Las conversaciones de paz y las sanciones son dos cosas incompatibles, no pueden ir de la mano», dijo Sher Muhammad Abbas Stanekzai, el dirigente de la delegación talibana durante la segunda jornada de la reunión que mantienen los talibanes con representantes de diferentes facciones y movimientos políticos afganos en Moscú.
«Es necesario que esas sanciones sin fundamento y las listas que se usan como instrumento de presión sean levantadas para que los representantes del Emirato Islámico (como se autodominan los talibanes) puedan participar sin impedimentos en negociaciones de paz en distintos lugares», dijo Stanekzai a la agencia de noticias Interfax.
El representante talibán también puso como condición previa al inicio de las conversaciones de paz la liberación en las prisiones estadounidenses de «todos los muyahidines y afganos inocentes recluidos en las cárceles».
Según Stanekzai, Estados Unidos apresó a «decenas de miles de afganos y muyahidines» a los que mantienen en cárceles, en ocasiones secretas, y los someten «a un maltrato que va en contra de todas las leyes», reprodujo la agencia de noticias EFE.
A la vez, señaló que para participar de forma regular en conversaciones de paz, los talibanes necesitan también «abrir una oficina» en Afganistán y tener una «dirección formal».
Stanekzai dijo que la ONU y otras potencias globales, así como miembros de la Organización para la Cooperación Islámica y países mediadores deben ser «garantes del proceso de paz» en Afganistán, dado que sin ellos las provisiones de un acuerdo no pueden ser aplicadas adecuadamente.
El miembro de la delegación talibán Mawlawi Abdul Salam Hanafi se refirió a su vez a otra condición de los talibanes para avanzar hacia la paz, que es la retirada de las tropas estadounidenses.
Este asunto fue abordado recientemente en Qatar con representantes de EE.UU. y Hanafi dijo al respecto que Washington prometió «retirar la mitad de sus tropas entre comienzos de febrero y finales de abril», si bien el calendario no está establecido aún y se hará en reuniones venideras.
El gobierno afgano no participa formalmente en la conferencia de Moscú, organizada por la diáspora afgana en Rusia, pero sí estaba previsto que acudiera un representante suyo de tercer nivel, Muhammad Muhqiq, el número tres del jefe del Ejecutivo, Abdulá Abdulá, pero solo en calidad de líder del Partido Hizb-e-Wahdat.
También viajaron a Moscú el ex asesor de Seguridad Nacional Hanif Atmar, el ex presidente Hamid Karzai y cerca de cuarenta personas más en representación de diversas formaciones políticas y movimientos afganos.
Este martes, Karzai calificó de «muy buena» la primera jornada de las consultas sin ofrecer más detalles sobre la misma.