El avión en el que viajaba el desaparecido futbolista Emiliano Sala fue encontrado este domingo a las 9 de la mañana en las profundidades del Canal de la Mancha. La familia, que se encuentra en Nantes, fue informada por las autoridades que emprendieron la búsqueda. Según trascendió, están devastados. El único que habló fue Horacio, el padre del jugador, que sigue en Progreso, el pueblo santafesino de donde es oriundo el futbolista y se enteró de la noticia por el llamado de Crónica TV. «No lo puedo creer, estoy desesperado», dijo en diálogo con ese medio.
«Mi mujer, mis dos hijos y algunos amigos de Emiliano están allá. Hoy no me comuniqué con nadie. Hablo todos los días, pero como mi teléfono no tiene Whatsapp me cuesta llamarlos o que me llamen», explicó Horacio.
La aeronave fue detectada por el barco FPV Morven, contratado por la familia gracias a una colecta online que tuvo cientos de donantes. El hallazgo se produjo en el primer dia de búsqueda coordinada entre esta embarcación privada y un barco del Ministerio de Defensa británico.
En una breve declaración el oceanógrafo David Mears dijo que el Morven encontró el avión y cedió el paso al Geo Ocean III para que iniciara la investigación de los restos del avión.
“Por respeto a la familia no daré detalles del hallazgo”, dijo a la prensa minutos atrás en Guernsey.
La búsqueda del avión en el que desapareció Sala junto al piloto David Ibbotson, en un vuelo entre entre Nantes y Cardiff, se había reiniciado este domingo a la mañana. Dos navíos británicos con sonar y sondas, que operaron coordinadamente, en pleno Canal de la Mancha.
Con siete grados, un tiempo bueno pero con un mar rugoso y con fuertes corrientes en las cuatro millas náuticas patrulladas, iban a rastrear durante 72 horas al Piper monomotor, que probablemente se despedazó en su amerizaje. La operación iba ser de tres días para el buque oficial.
Morven es el buque contratado por la familia Sala y los donantes, entre ellos varias figuras del fútbol de Europa, que sumaron en una colecta “online” casi 369.000 euros para reiniciar la búsqueda.
A cargo del operativo estuvieron el oceanógrafo Mearns y otras siete personas, que a las 3 de la mañana del domingo partieron hacia el norte en busca de los restos. Ellos habían decidido continuar la búsqueda hasta que lo encontraran.