Los ataques intimidatorios parecen no tener fin en Rosario. Esta tarde, pasadas las 17, el frente de una concesionaria ubicada en Uriburu al 400 recibió ocho disparos. Casi de milagro, no hubo que lamentar heridos.
El hecho ocurrió pasadas las 17, cuando un auto Peugeot 207 de color negro, a bordo de varios sujetos, pasó por el frente del local y lanzó una ráfaga de detonaciones.
Los impactos destruyeron todos los vidrios del comercio y también fueron dañados dos vehículos que estaban estacionados y otros que se encontraban dentro de la concesionaria.
Aún se pueden ver las vainas servidas en el lugar y el Gabinete Criminalístico de la Policía de Investigaciones (PDI) se hizo presente para trabajar en la zona.
Ninguna persona terminó herida y sólo hubo que lamentar daños materiales.