La fiscal platense Ana Medina, a cargo de la instrucción del caso por el femicidio de la odontóloga Gissella Solís Calle, advirtió que a partir del hallazgo del cuerpo de la mujer la investigación se encuentra «casi en el principio». Además, admitió que no se descarta que hayan podido participar del hecho otras personas, además del ex novio y principal sospechoso, Abel Casimiro Campos, quien se suicidó de un disparo en la cabeza en una habitación de hotel.
«Esto no es el fin de la investigación, es casi el principio», sostuvo Medina, en diálogo con la prensa, en alusión al hallazgo del cuerpo de Solís Calle, en inmediaciones de la Autopista Buenos Aires-La Plata, a la altura de la localidad de Villa Elisa.
Medina indicó que la atención se concentra en los estudios periciales que se realizan en el cuerpo de la víctima y en el lugar en el que fue encontrado.
La fiscal, en rueda de prensa antes de ingresar a su despacho admitió que el hecho de haber pasado «muchos días» con altas temperaturas «complica el hallazgo de resultados».
La instructora resaltó el trabajo de los centros de monitoreo de distintos municipios y a los agentes «que participaron horas» frente a las pantallas para intentar seguir los pasos de Campos, con su camioneta amarilla, el día posterior a la desaparición de la odontóloga de su casa de La Plata, el 15 de enero pasado. «Ahora vamos a poder decir lo que le pasó a Gissella», consideró la fiscal.
Según trascendió, no se habían hallado signos de violencia en el cuerpo de la mujer de 47 años, por lo que cobraba fuerza la teoría de que fue envenenada por su pareja, tras una discusión.
Para abonar la misma posibilidad, se esperaba los estudios realizados en las copas con restos de vino encontrados en el interior de la casa de Solís Calle, además de los resultados finales de la autopsia en su cuerpo, entre otras pericias.