El ministro del Interior de Italia, Matteo Salvini, advirtió este martes que solo permitirá el desembarco de los 43 migrantes y refugiados que están a bordo del barco de la ONG Sea Watch en el Mar Mediterráneo si estos abandonan el país rumbo a Alemania u Holanda.
El barco humanitario Sea-Watch 3 rescató a los migrantes frente a las costas de Libia el 19 de enero y, a sabiendas del rechazo de Italia a este tipo de embarcaciones, se vio obligado a refugiarse el pasado viernes en aguas italianas, para guarecerse de una tormenta que llegaba acompañada de olas de hasta siete metros.
Pese a los llamamientos de otros países y de organizaciones defensoras de los derechos humanos, Salvini, promotor de la política de “puertos cerrados”, insistió en su tesis. «¿Desembarcar a los inmigrantes? Sólo si toman el camino a Holanda, que le asignó la bandera al Sea Watch, o a Alemania, país de la ONG», alegó en Twitter, según informa la agencia de noticias DPA.
Salvini acusó a la oposición italiana, en particular al Partido Democrático, de utilizar el caso con fines partidistas, aunque desde la ONG advirtieron que la situación a bordo empeora.
Uno de los migrantes sufrió el lunes un ataque de ansiedad, informó Sea Watch, quien lamentó que 43 personas sigan «secuestradas» a la espera de un puerto.
No obstante, el ministro del Interior italiano también instó al Senado a rechazar una petición de los jueces para que se siente en el banquillo por otro caso similar, después de que el gobierno mantuviese bloqueados durante días a 150 migrantes que estaban a bordo de un buque de la Guardia Costera.
El funcionario, el máximo líder de extrema derecha del gobierno y autor de una férrea política migratoria, publicó hoy una carta en el diario Il Corriere della Sera, en la que defendió su acción y aseguró que su decisión de bloquear el desembarco de los migrantes «corresponde a un preeminente interés público».
«Tras haber reflexionado largamente sobre este caso, considero que la autorización a proceder debe ser negada. Y sobre esto no tiene que ver mi persona. La lucha contra la inmigración clandestina corresponde a un preeminente interés público», sostuvo en la carta.
En segundo lugar, aseguró que esta situación tiene también «precisas consideraciones políticas» porque no actuó en su nombre, sino en el de todo el gobierno italiano.
«En conclusión, no reniego de nada y no me eximo de mi responsabilidad. Estoy convencido de haber actuado siempre en el interés superior del país y en el pleno respeto de mi mandato. Y no me rindo», concluyó el ministro en su misiva.
El Senado comenzará mañana a debatir este caso -durante un máximo de 60 días- y este episodio podría poner en riesgo la estabilidad del propio gobierno, formado por la Liga y el Movimiento Cinco Estrellas (M5S). Pese a ser un socio en el gobierno, el M5S anticipó que «a priori» no se opondría a la apertura del juicio.
Sin embargo desde el gobierno, el ministro de Infraestructuras, Danilo Toninelli, del Cinco Estrellas, aseguró este martes en Il Corriere della Sera que no hay riesgo de que la mayoría se pierda y afirmó que aquella decisión fue «colegiada de todo el Ejecutivo».