Una de las hermanas israelíes encontradas el sábado asesinadas en la localidad mendocina de Guaymallén, murió de tres balazos, mientras que la otra presentaba golpes, aunque, por el estado del cadáver, aun no se pudo establecer con precisión cómo falleció. Las mujeres permanecían desaparecidas desde hacía dos semanas.
De acuerdo al los primeros resultados a las autopsias practicadas en las últimas horas a los cuerpos Pyrhia Sarusi (63) y Lily Pereg (54), tampoco resultó posible identificar a qué mujer corresponde cada cadáver, por lo que los peritos realizarán estudios de ADN para lograrlo.
«Al momento no se ha podido determinar cuál cuerpo pertenece a la mujer Lily y cual a Pirhya», informó esta tarde la Unidad Fiscal de Homicidios de Mendoza a través de un comunicado de prensa. Según el informe judicial, «para poder determinar esto se están realizando los estudios correspondientes de ADN cuyos resultados se están esperando».
En tanto, los médicos forenses sí establecieron que «uno de los cuerpos presenta como causa de muerte impactos de arma de fuego (tres disparos)», mientras que «el otro no ha recibido impactos de bala sino que presenta lesiones de arrastre y lesiones causadas por maniobras de defensa» y «también presenta golpes en distintas partes».
«En este segundo cuerpo falta determinar la causa exacta de muerte», aclaró el comunicado respecto a las resultados preliminares de las autopsias realizadas por el Cuerpo Médico Forense.
Además, los peritos detectaron como lesiones post mortem, es decir, producidas luego de la muerte, que «a ambos cuerpos se les ha incrustado hierros en distintas partes, con heridas de egreso en algunos casos».
El sospechoso había sido apresado el viernes pasado luego de que se corroborara el ADN positivo de muestras de sangre halladas en una remera y una bolsa de cemento, durante el allanamiento de la semana pasada en su domicilio, por una perra rastreadora.