Un fenómeno climatológico como este no se había sentido en más de 80 años en Australia. Las consecuencias son muy graves ya que algunas carreteras se han derretido y cientos de animales salvajes se están muriendo. También en los últimos días se conoció que decenas de caballos percecieron por el gran calor en la la zona de Deep Hole, a unos 19 kilómetros de la comunidad Letyentye Apurte, Santa Teresa, en el territorio norte de Australia. Todo se secó y los pozos de agua quedaron vacíos y los animales no se pudieron hidratar.
Ralph Turner quien reportó este hecho expresó: “No podía creerlo. No paré a contar, pero había montones y montones. No puedo dejar de pensar en cómo murieron, desesperados por el agua en esta ola de calor. Los caballos salvajes solían ser buenos y fuertes hace un par de años».
Otras especies afectadas son los murciélagos, camellos y burros. Todos estos animales que atraviesan una dura crisis de salud producto de esta ola de calor y la falta de agua que llega a las comunidades de Australia tendrán que ser sacrificados para evitar su sufrimiento.