Ciudad

El Paraná está en problemas


Por: Matías Gregorio

Todos los días miles de rosarinos disfrutan de la costa de la ciudad. Familias enteras se acercan a pasar la tarde a la Rambla Catalunya o a La Florida. Los días de calor son exhaustivos y meterse en el río parece la solución a las altas temperaturas. Días atrás, comenzaron a circular en las redes sociales videos y fotos de peces muertos en las orillas de la cuenca y con esto, se volvió a encender la polémica sobre el estado de nuestro querido Paraná.

¿Es seguro bañarse en el río? ¿Qué nos pasa cuando nos damos un chapuzón? Para responder estas preguntas, Con La Gente dialogó con especialistas en el tema. Jorge Bartoli, integrante de la ONG El Paraná No Se Toca, Cecilia Bianco del Taller Ecologista de Rosario y Lucas de la Torre, presidente de la Empresa del Estado Municipal Costanera Rosario.

A la hora de adentrarse en la problemática, es interesante conocer las causas de la contaminación del agua del río Paraná, para luego saber las consecuencias que genera en los rosarinos y la respuesta oficial por parte del Estado. “Hay cuatro vectores principales que llevan a contaminar el agua. El primero de ellos, es el que está a la vista de todos, la basura. Tiene un fuerte impacto visual, pero también tiene un efecto muy grande desde lo ambiental, ya que su descomposición genera elementos tóxicos en el ecosistema”, asegura Jorge Bartoli. Esta problemática no solo afecta a las costas rosarinas, sino que tiene un alcance regional. “Cuando vamos a la isla, nos tomamos el trabajo de recolectar, clasificar y analizar los orígenes de la basura. Hemos encontrado basura originada en Paraguay que viene arrastrada por el río, como así también productos que se consumen en el norte del país”, agrega Jorge.

El segundo vector son los residuos cloacales domiciliarios. En Rosario no existe una planta especial para tratar estos residuos, con el fin de evitar que sean vertidos directamente al agua. La situación se repite en todas las localidades de la zona. “Si bien son residuos orgánicos que teóricamente tienen una rápida degradación en el agua del río, no dejan de ser un contaminante” explica Bartoli.

El tercer vector son los residuos industriales generados por el cordón industrial. “En Puerto General San Martín o en San Lorenzo, recorriendo las orillas cuando el río tiene poco caudal, se puede apreciar a simple vista como llegan unos ductos de considerable diámetro al rio, con líquidos aceitosos que uno no sabe de donde provienen”, cuenta con gran preocupación Cecilia Bianco. Para comprender la gravedad de la situación, los ejemplos siempre son válidos: hace dos años, en una bajada en San Lorenzo al límite con Fray Luis Beltrán, un barco estaba siendo cargado con combustible especial para motores y se desconectó la manguera que transportaba el líquido. En consecuencia, cayó todo su contenido al río. “Contamos con uno de los centro agroexportadores más grandes del mundo. La pregunta es, ¿este enorme cordón industrial, está siendo debidamente controlado en cuanto a los vertidos que genera en el río Paraná?”, reflexiona Jorge Bartoli.

El último y cuarto vector es el que está más de moda debido a su creciente utilización. Según Bartoli, si uno recorre el interior de Santa Fe, de Córdoba y de Entre Ríos, es muy fácil ver que cualquier curso de agua chico, mediano o grande, se ha convertido en un vaciadero de residuos generados por los agroquímicos. Los efectos de esto, están siendo corroborados. En julio de 2016, un grupo de investigadores del Conicet demostró la existencia de glifosato -un herbicida recategorizado como «probablemente cancerígeno» por la Organización Mundial de la Salud (OMS)- en la cuenca del río Paraná. “Al glifosato, donde lo busques, lo vas a encontrar”, asegura sin titubeos Bartoli.

El Gobierno de Santa Fe, a través del Ministerio de Medio Ambiente de la provincia, dio a conocer los resultados de los análisis de agua de las muestras provenientes de Romang y Villa Ocampo, donde se encontraron los peces muertos. El estudio indicó que la mortandad se debía a la falta de oxígeno en el agua producto de las altas temperaturas. Sin embargo, estos análisis no convencieron a muchos: “toda la gente de la zona tiene una gran desconfianza de esa respuesta porque ellos ven día a día lo que pasa en el río. Perfectamente se puede deber a otro tipo de causa”, afirma Cecilia Bianco, integrante del Taller Ecologista, una asociación civil que trabaja desde 1985 en la defensa y preservación del medio ambiente.

En lo que va de la temporada, más de 130 mil personas pasaron por el balneario La Florida, sin incluir dentro de este número la Rambla Cataluña. ¿Sabemos los rosarinos si los niveles de contaminación del río a causa de los factores señalados afectan nuestra salud? Lucas de la Torre, presidente de la Empresa del Estado Municipal Costanera Rosario, cuenta que no realizan estudios oficiales desde hace un tiempo, pero que si están llevando a cabo algunos análisis de carácter privado para evaluar cuales son las condiciones del río. “Entendemos que el espacio de playa esta con niveles aceptables de uso y de baño. Las personas se pueden refrescar sin que haya ningún tipo de perjuicio para la salud”, añade Lucas.

En confrontación a la respuesta oficial, Cecilia Bianco argumenta que lo óptimo sería que la provincia de Santa Fe, a través de una página web, le muestre a toda la población como cuida el Paraná, gracias a la realización de análisis en diferentes tramos del río para saber cómo está la salud de los peces y si es apto bañarse. “Sería maravilloso tener información de esas características”, agrega Cecilia.

No quedan dudas de que el Paraná está en problemas. La contaminación avanza a grandes escalas todos los días afectando a una cuenca que abastece de agua dulce a aproximadamente 40 millones de personas. El río es un recurso cada vez más codiciado y amenazado. Sin embargo, los controles siguen siendo escasos, tanto para las empresas del cordón industrial como así también para el sector agropecuario.

Volvamos por unos minutos a recordar los mediáticos debates presidenciales de 2015 ¿Cuánto se habló de políticas ambientales? Casi nada. “Yo creo que hay bastante conciencia en la población, pero no llega a sensibilizar a los funcionarios”, afirma Cecilia Bianco.

Es difícil imaginar cómo sería Rosario sin el Paraná. Históricamente, ha sido un gran inspirador de hechos culturales. Pintores, poetas y músicos han reflejado sus ojos en el agua para relucir su arte. Es un lugar donde buscamos tranquilidad, donde pasamos el rato con nuestros seres queridos y nos olvidamos por unas horas la cotidianeidad que nos invade.

Donde apagamos el celular al menos durante una tarde y nos miramos a la cara. La falta de concientización de este enorme recurso nos ha llevado a la problemática actual. Defender el río, es hacer una defensa de la vida. Y esa, es una tarea de todos.