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Las fricciones diplomáticas entre China y Canadá parecen no tener fin


China calificó de «inútil» la campaña internacional que emprendió el primer ministro canadiense para denunciar las detenciones y condenas de ciudadanos de su país en la nación asiática. Justin Trudeau busca obtener el apoyo de otras naciones, tras la reciente pena de muerte dictada contra el canadiense Robert Lloyd Schellenberg por tráfico de drogas.

«Que Canadá pida apoyo a ciertos países no va a cambiar la naturaleza de este incidente y no ayudará a solucionar este asunto; es completamente inútil», dijo la vocera del Ministerio de Asuntos Exteriores, Hua Chunying, en una rueda de prensa.

Trudeau, que consideró «arbitraria» la condena a muerte de Lloyd Schellenberg, está incluyendo el arresto de los ciudadanos canadienses en China en las conversaciones que cada semana mantiene con líderes de diversos países, así como con el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres.

«Pedimos a la parte canadiense que respete el estado de derecho y deje de realizar comentarios irresponsables», sentenció Hua. Según la vocera, China mantuvo conversaciones «racionales» con la parte canadiense, pero la campaña de Trudeau «ha causado daños».

El conflicto diplomático entre ambos países parece ir para largo, con el cruce de acusaciones entre Ottawa y Beijing, mientras Estados Unidos tiene que presentar todavía la petición formal de extradición de Meng Wanzhou, la directora ejecutiva de Huawei cuya detención en Canadá inició esta grave crisis.

Inmediatamente tras el arresto de Meng, hija del fundador de Huawei, uno de los principales fabricantes de equipos de telecomunicaciones del mundo, China detuvo a dos canadienses: Michael Kovrig, un diplomático retirado, y Michael Spavor, un empresario vinculado a Corea del Norte.

Días después, la justicia china condenó a muerte a Lloyd Schellenberg, que había sido sentenciado inicialmente a 15 años de prisión, pero la Fiscalía recurrió y un tribunal decidió el 14 de enero aumentar su castigo a la pena capital.

La última advertencia pública desde el lado chino la efectuó la semana pasada su embajador en Canadá, Lu Shaye, quien criticó de nuevo el arresto de Meng, defendió la detención de Kovrig y Spavor, acusados de poner en peligro la seguridad nacional china, y advirtió que habrá represalias si Canadá excluye a Huawei del contrato para crear la red de telefonía móvil 5G.

Se espera que en los próximos días Estados Unidos presente la documentación necesaria para iniciar formalmente la petición de extradición de Meng, acusada de un supuesto fraude para violar las sanciones impuestas por Washington a Irán, ya que tiene para hacerlo hasta el 30 de enero.