El número de muertos por la explosión en una toma clandestina de hidrocarburo en Tlahuelilpan, en el estado mexicano de Hidalgo, subió ya a 89, según el último informe oficial, que dio cuenta además de que permanecen internadas 51 personas.
«Habíamos anunciado en la mañana del domingo 79 defunciones, y en estas horas se sumaron otras seis, que dan una cifra de 85 fallecidos», detalló en rueda de prensa el ministro de Salud, Jorge Alcocer, pero apenas unas horas después habló de otras 4 muertes, con lo que el número llegó a 89.
El titular de la Secretaría de Salud indicó que el número de hospitalizados ha pasado de 66 a 58, porque en las últimas horas, además de los nuevo fallecidos, se dieron dos altas por mejoría en la salud, consignaron medios locales.
El gobernador del central estado de Hidalgo, Omar Fayad, resaltó la «dimensión» de la tragedia y tendió una mano a los familiares, asegurando que recibirán ayuda económica para el sepelio y se continuará con la investigación. Reseñó que en el sitio se encontraron 68 restos humanos y se identificaron nueve cadáveres.
Así, hay 54 muestras genéticas proporcionadas por familiares de las víctimas, y un número similar de carpetas de investigación abiertas. Fayad reconoció que falta un «largo trecho por recorrer en el que pueden pasar horas, días, semanas o meses para la identificación de los restos». El gobernador no descartó acudir a organismos extranjeros para analizar los restos.