El grooming es un nuevo tipo de problema relativo a la seguridad de los menores en Internet, consistente en acciones deliberadas por parte de un adulto de cara a establecer lazos de amistad con un niño o niña en Internet, con el objetivo de obtener una satisfacción sexual.
Las principales dificultades para terminar con él son el anonimato de los delincuentes, la inocencia de los menores y la fácil accesibilidad a internet.
A diferencia del ciberacoso, en el grooming el acosador “es un adulto y existe una intención sexual» explican desde distintas organizaciones que lo combaten, cuyo objetivo es la lucha contra la pornografía infantil en Internet y el ciberacoso.
No se trata de nuevos delitos, sino de antiguas formas de abuso de menores que se readaptaron a los nuevos tiempos y al anonimato de la Red.
De hecho, explican que «a pesar de que estas situaciones comienzan en la red, con frecuencia suelen trascender al mundo físico, derivando en delitos tales como el tráfico de pornografía infantil o el abuso físico a menores».