Central ensayó ante Racing y no dejó la mejor de las sensaciones. Sin la necesidad de alarmarse, ya que este, al igual que el de Belgrano, fue un partido cuyo objetivo principal fue que los jugadores lleguen al debut oficial con rodaje futbolístico, el Canalla exhibió un juego preocupante en el primer tiempo y luego lo mejoró en el segundo, pero terminó cayendo ante un conjunto que lo superó y, por momentos, con facilidad.
Bauza volvió a probar un esquema similar al utilizado ante Belgrano: 4-4-1-1, soltando a Jarlan Barrera por detrás de Germán Herrera. Más allá de que se haya tratado de un encuentro de verano, no dejó de llamar la atención lo estático que se mostró Central. No hubo generación, mucho menos concreción, y sufrió los embates del elenco de Coudet, que fue claro dominador de la pelota y de las acciones.
Si el Canalla siguió en partido hasta el final fue por Jeremías Ledesma, cuyas actuaciones siguen siendo más que destacadas. Debió a salvar a su equipo, endeble en defensa, en más de una oportunidad.
En el complemento hubo un lavado de cara, que vino acompañado por el cambio de esquema. El colombiano Barrera salió y en su lugar hizo tuvo su estreno Claudio Riaño, que se paró junto a Herrera y la cosa cambió. Volvió el 4-4-2 que el Patón y sus hombres conocen y Central generó chances para igualar las cosas. Otro que debutó fue Peluche Allione, que se paró en el carril derecho y tuvo sus primeros minutos con la camiseta auriazul.
Orden y funcionamiento, dos cosas a retocar de manera urgente. Central terminó redondeando un mal partido y es cierto que poco importan los resultados en estos ensayos, pero la actuación del primer tiempo es algo que no debe pasar por alto en la antesala de una temporada con mucha actividad local e internacional.