En todo el país se registra un aumento de víctimas de asalto que atacaron a los ladrones buscando justicia por mano propia y en algunas ocasiones llegaron a matarlos, señaló un informe publicado por Popular.
La situación se acentúa en el Conurbano bonaerense y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, pero tampoco están exentos lugares como Mar del Plata, el Gran Rosario, el Gran Córdoba y el Gran Mendoza.
Según explicó el Licenciado en Seguridad Pública, Luis Vicat, el fenómeno se explica a partir de que «cambió la idiosincrasia de la gente, que hoy tiene menos paciencia y se resiste», aunque también advirtió que esto «deriva en que los hechos sean más violentos y suelen terminar mal para la víctima».
En los últimos días se registraron dos episodios: un hombre que redujo a las piñas a uno de los dos motochorros que lo abordaron en una estación de servicio en San Antonio de Padua, Merlo, y otro en Florida, Vicente López, donde un abogado se resistió a ser secuestrado y abatió a uno de los delincuentes.
Sobre el caso de Merlo, Vicat explicó: «!La reacción fue de calentura, producto de un ataque de nervios», mientras que en Vicente López «el hombre tenía noción del manejo de armas y repelió el ataque», por lo que precisó: «Son situaciones distintas, con un común denominador. La gente se muestra más dispuesta a defenderse que a someterse».
«La raíz del problema es que mentalmente la gente ha hecho un clic y descubrió que antes si no se resistía lo robaban, golpeaban y se iban. Ahora te matan porque sí, como le pasó al pizzero en Monte Grande, que le dispararon porque sí y después se fueron a gastar el dinero», señaló Vicat.
El también licenciado en Psiquiatría Forense interpretó que «hubo varios casos así y esto genera una frustración en la gente que se canaliza a través de la agresión. Si me van a matar igual, hago lo que puedo para hacer cesar la agresión».
En ese sentido, agregó: «Se cambió esa cultura del ‘no te metas’. Hoy la gente piensa ‘lo que le pasa a ese me puede pasar a mí’, que hace tres años no existía. Cambió el pensamiento colectivo y va a seguir mutando porque hoy, ante la violencia, la sociedad está reaccionando con violencia. Y eso te lleva a un futuro incierto, porque si sigue aumentando pueden terminar todos armados».
En Florida, el abogado laboralista de 43 años que se resistió a ser secuestrado cuando salía de la sede del Sindicato de Empleados Textiles de la Industria y Afines, en la calle Italia 1666, declaró ante el juez que el delincuente al que mató había cargado su pistola para tirarle cuando el cómplice le ordenó que lo matara.
El fiscal de Vicente López a cargo del caso, Martín Gómez, consideró por el momento que es una víctima del hecho y que actuó en legítima defensa.
Según confió el letrado, iba hacia su auto BMW cuando fue abordado por un delincuente que bajó de un Toyota Etios.
Le entregó el celular, el reloj y le dijo que se lleve el auto, pero el asaltante le manifestó: «Subite porque esto es un secuestro».
Según precisó, forcejeó porque no quería subir al auto y en ese momento apareció el segundo delincuente que le sacó la billetera y también le pidió que ascendiera al BMW.
Y declaró que tras negarse, el cómplice gritó: «¡Matalo!».
De acuerdo al relato, al ver en peligro su vida, tomó de la guantera de su auto el revólver Colt calibre .38 del que es legítimo usuario y le disparó un tiro en el pecho.
Luego, empujó y tiró al piso al segundo asaltante, corrió a refugiarse detrás del Toyota Etios en el que habían llegado los delincuentes y desde allí mantuvo un intercambio de disparos hasta que este ladrón huyó corriendo.
«Todos estos dichos ahora tienen que ser corroborados por las pericias y por las evidencias, pero en principio la versión del abogado es creíble y todo indica que actuó en legítima defensa», sentenció una fuente judicial.
Con respecto a la causa del abogado que hizo justicia por mano propia en Florida, los investigadores secuestraron su revólver y comprobaron que en el tambor había cuatro cartuchos detonados, lo que se condice con su relato.
En tanto, la pistola secuestrada al delincuente es una Smith & Wesson calibre 9 milímetros con una bala en la recámara que el fallecido ya se había colocado en la cintura, cuando trató de huir marcha atrás en el auto del abogado.
Los pesquisas establecieron que los ladrones ya habían asaltado a otro conductor y habían robado el Toyota Etios el 18 de diciembre de 2017.
En el auto, secuestraron un arsenal de armas, un cuchillo, varios celulares y un pasamontañas, además de gran cantidad de dinero.