No hay buenas noticias y aumentan las complicaciones en torno al rescate de Julen, el niño español de tan sólo dos años que cayó en un pozo hace cuatro días en la localidad de Totalán (Málaga). Las amenazas de lluvia hacen aún más dramática la situación, ya que hay máquinas excavadoras que no pueden llegar hasta el lugar.
El pozo por el que cayó el niño es una excavación ilegal de unos 107 metros de profundidad y 25 centímetros de diámetro, que hacen prácticamente imposible el acceso de una persona adulta por el mismo.
En las últimas horas se difundió un video registrado por una pequeña cámara que muestra el interior del pozo por el que cayó Julen.
Una cámara recorre el #pozo en el que se ha caído el pequeño #Julen
vía @diarioSURhttps://t.co/iyVWih5i7M pic.twitter.com/fcBTjAnH1i— Dra. Isa Åranjuez (@IsaAranjuez) January 17, 2019
La intención, según afirman medios locales, es cavar un amplio túnel vertical para que un equipo de rescate pueda acercarse a Julen. La situación se acompleja cada vez más debido a que las máquinas excavadoras tienen problemas, debido al clima, para acceder hasta el lugar donde el pequeño se precipitó.
La desesperación del momento se apoderó del padre de Julen, que criticó al personal de rescate, aunque después aclaró: “Mi crítica no es hacia los guardias ni los bomberos, que están dejando la piel en esto. Pero no tienen medios. No puede ser que no tengan una cámara. Tuvieron que meter un móvil (celular)”, afirmó.
Todo es trabajo a contrarreloj. Julen lleva cuatro días en el pozo y la preocupación aumenta segundo a segundo. Las tareas se intensifican para que un grupo de rescate pueda llegar hasta el niño y devolverlo cuanto antes a la superficie.