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Por Enrique Genovar

El mediocampo canalla, una incógnita que debe resolver Bauza


Por Enrique Genovar

Nombres importantes, pero no demasiados puestos. Esa es la realidad hoy en día del mediocampo de Central. Si bien el Canalla necesitaba incorporar para todas las competiciones que debe afrontar este año, cuesta, al menos por ahora, aventurarse con un posible equipo ideal. Mucho más cuando aún pueden llegar uno o dos refuerzos más.

Néstor Ortigoza, Fabián Rinaudo, Leonardo Gil y Emmanuel Ojeda. También se podría incluir a Maximiliano Lovera, que más de una vez ha sido utilizado como volante interno ofensivo, y a Jarlan Barrera. Con todos esos nombres cuenta el Patón a la hora del armado de la zona de contención y de juego. Claro, quedan excluidos en este caso los carrileros.

Mucho dependerá del sistema de juego que escoja el DT canalla. Terminó el 2018 con el característico 4-4-2, y en el último ensayo ante Belgrano probó el 4-4-1-1, dándole libertades a Jarlan Barrera para que pueda moverse a espaldas del único delantero, que en el mencionado caso fue Germán Herrera.

De esa manera, sólo dos internos tendrían lugar. Ortigoza parece inamovible y la experiencia de Rinaudo dejó buenas sensaciones. Sin embargo, la pelota parada del Colo Gil es un arma que no permite desperdicio y, por otra parte, Emmanuel Ojeda también terminó el año con importantes actuaciones y cumplió un buen papel nada menos que en la final de la Copa Argentina.

Un 4-5-1 podría darle más posibilidades a Bauza, pero aquí ya se impone el ingreso de un volante con características ofensivas, y todos los cañones apuntan al colombiano Barrera. Otro abanico de posibilidades se abrirá si el entrenador auriazul decide jugar con dos puntas, opción que le quitaría naturalmente un puesto más al mediocampo.

Resta confirmar si se cerrarán o no más operaciones que la dirigencia canalla ha iniciado, pero el Central del Patón se arma. Bauza, de a poco, debe ordenar el rompecabezas para encarar un año agitado.