La Casa Blanca convocó hoy a unos 50.000 empleados federales que habían sido suspendidos de sus funciones por el cierre administrativo del gobierno a volver a trabajar para hacer frente a tareas consideradas esenciales.
Los convocados, que estaban en su casa sin cobrar su salario, son personas encargadas del pago de reembolsos, controles de seguridad de vuelo y supervisión de alimentos, informó la agencia de noticias Ansa.
Estos 50.000, que seguirán sin cobrar su salario, se suman a otros 800.000 ya afectados por el cierre administrativo más largo de la historia de Estados Unidos.
El Congreso, dominado por los demócratas desde principios de este año, se niega a aprobar un presupuesto que incluye una partida de 5000 millones de dólares para continuar la instalación de un muro en la frontera con México.
El presidente Donald Trump, cuya principal promesa electoral ha sido levantar un muro en toda la frontera para prohibir el ingreso a los migrantes, volvió a criticar hoy a los demócratas por rechazar el presupuesto.
«Es cada vez más obvio que los Demócratas Radicales son un Partido de fronteras abiertas y crimen. No quieren tener nada que ver con la crisis humanitaria más importante en nuestra frontera sur», escribió esta mañana en la red Twitter, acompañado del hashtag «#2020», en referencia a las próximas elecciones generales.
Agregó Trump que en todo el mundo hay muros y que en todos los casos han tenido un éxito cercano al 100% por su efectividad.
«Ahora hay 77 grandes o significativos muros construidos en todo el mundo, con 45 países planeando o construyendo muros. Más de 800 millas (unos 1.300 kilómetros) de murallas se han construido en Europa sólo desde 2015», aseguró el mandatario.
Mientras Trump mantiene la contienda abierta contra los demócratas, el asesor económico de la Casa Blanca, Kevin Hassett, alertó que el daño económico por el cierre el peor de lo que habían estimado al principio.
«Hemos encontrado que en realidad el daño es algo peor debido a los contratistas del Gobierno, que fueron excluidos del primer análisis», aseguró Hassett en una entrevista en la cadena Fox que fue reproducida por la agencia EFE.
Hassett advirtió que el «Congreso debe tener en cuenta» los efectos del cierre aunque admitió que «gran parte» del daño será reparado cunado los trabajadores reciban los pagos atrasados.
En un principio, la Casa Blanca estimó que el cierre parcial federal restaría una décima porcentual a la actividad económica cada dos semanas, mientras que su cálculo actualizado esta semana apunta ahora 0,13 puntos porcentuales cada semana.
Es decir que en las cuatro semanas de bloqueo se ha perdido casi medio punto de crecimiento económico.
El pasado viernes fue el primer día que los trabajadores federales afectados no cobraron su cheque salarial, por lo que se espera que los problemas sean aún mayores a partir de este momento.