La devaluación del peso y la alta inflación produjeron un gran aumento en el precio de los alquileres, pero la rentabilidad de los propietarios en moneda extranjera se licuó
Por Leandro Rosati
En 2018 Argentina tuvo una fuerte devaluación que estuvo acompañada por una alta inflación que alcanzó el 48 por ciento. Esto produjo que los precios de los alquileres tengan un fuerte incremento, pero los propietarios confirman que la rentabilidad se licuó.
«Al valor del dólar, esta es la rentabilidad más baja de la historia. La medida histórica es entre 6 y 7 por ciento anual del valor de la propiedad. Hubo momentos muy felices de la economía que llegó al 1% mensual, es decir el 12% anual. Sin embargo ahora, con suerte, se llega al 4 o 5 por ciento del valor», explicó José Ellena, de la Cámara de empresas Inmobiliarias de Rosario (Cadeiros), en declaraciones a CLG.
El rubro inmobiliario no está pasando por un buen momento debido a los vaivenes de la economía que sufre el país. «El negocio es magro. Nadie invierte en inmuebles aunque el dólar esté quieto», recordó Ellena.
Cuando la rentabilidad se cae también se perjudica a otros sectores que brindan servicios indirectamante, como puede ser un electricista que realiza arreglos en una vivienda para alquilar o un albañil que arregla parte de una casa o departamento.
Una situación parecida ocurrió en 2016, cuando Argentina salió del cepo cambiario porque el precio de los alquileres fue por debajo del tipo de cambio. Sin embargo, en 2017 esa tendencia se revirtió y los alquileres le ganaron al dólar y se recompuso la rentabilidad.