El volumen de masa de hielo que la Antártida pierde anualmente se multiplicó por seis respecto al que se registraba hace 40 años, según un estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America (PNAS) que fue divulgado hoy.
Glaciólogos de la Universidad de California, Irvine (UCI); el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA y la Universidad Utrecht de los Países Bajos que participaron del trabajo encontraron que la fusión acelerada hizo que los niveles globales del mar aumentaran más de 1,27 centímetros entre 1979 y 2017.
«Eso es solo la punta del iceberg», dijo Eric Rignot, autor principal del estudio, profesor y presidente de Ciencia del Sistema de la Tierra en la UCI, según consignó hoy la agencia DPA.
Rignot explicó que «a medida que la capa de hielo de la Antártida continúa derritiéndose, esperamos un aumento de varios metros del nivel del mar desde la Antártida en los próximos siglos».
Para este estudio, el investigador y sus colaboradores realizaron lo que denominaron la evaluación más larga de la masa de hielo antártica restante: durante cuatro décadas, el proyecto también se completó geográficamente; el equipo de investigación examinó 18 regiones que abarcan 176 cuencas, así como las islas circundantes.
Las técnicas utilizadas para estimar el balance de la capa de hielo incluyeron una comparación de la acumulación de nevadas en las cuencas interiores con la descarga de hielo por los glaciares en sus líneas de conexión a tierra, donde el hielo comienza a flotar en el océano y se separa del suelo.
El equipo pudo discernir que entre 1979 y 1990, la Antártida arrojó un promedio de 40 gigatoneladas de masa de hielo por año (un gigatón es de 1 billón de toneladas), mientras de 2009 a 2017 se perdieron aproximadamente 252 gigatones anuales.
El ritmo de fusión aumentó dramáticamente durante el periodo de cuatro décadas: desde 1979 hasta 2001, fue un promedio de 48 gigatones por año. La tasa subió un 280 por ciento a 134 gigatoneladas para el periodo de 2001 a 2017.
Rignot aseguró que uno de los hallazgos clave del proyecto es la contribución que la Antártida oriental hizo al panorama de la pérdida total de masa de hielo en las últimas décadas.
«En general, el sector de la Tierra de Wilkes en la Antártida Oriental siempre ha sido un participante importante en la pérdida masiva, incluso desde la década de 1980, como lo ha demostrado nuestra investigación», puntualizó.
Rignot agregó que «a medida que el calentamiento climático y el agotamiento del ozono envían más calor oceánico hacia esos sectores, continuarán contribuyendo al incremento del nivel del mar desde la Antártida en las próximas décadas».