Un ciudadano canadiense, Robert Lloyd Schellenberg, de 36 años, fue condenado a muerte en China por tráfico de drogas. La decisión del tribunal genera una nueva disputa entre las dos potencias que se inició en diciembre con la detención de Meng Wanzhou, directora financiera de Huawei, en Canadá.
El condenado es un operario en empresas petroleras canadienses. En 2014, mientras realizaba un largo viaje por Asia, fue detenido y acusado de intentar transportar droga hacia Australia. A fines de 2018 recibió una condena a 15 años de prisión por tenencia de estupefacientes.
Ante este fallo, el canadiense decidió apelar declarándose inocente. Esta apelación coincidió con la detención de Meng en Vancouver, a quien se le entregó la libertad condicional a la espera de que se decida sobre la orden de extradición estadounidense.
La apelación de Schellenberg de un sólo día se programó seguidamente a la detención de Meng. Esto hace suponer que puede haber una relación entre la decisión y la pulseada de ambos países.
Los jueves determinaron que el operario debía volver a ser juzgado en la corte del primer juicio por considerar la sentencia original como demasiado leve. Fue así, que este lunes, el tribunal de apelaciones de Dalian aceptó que hay indicios de que es “miembro clave de una banda internacional de narcotráfico”. Y fue condenado a muerte.
Schellenberg tiene posibilidad de volver a apelar en un plazo de 10 días. El condenado sostiene que no es ni traficante ni consumidor.
La tía de del canadiense, Lauri Nelson-Jones, había declarado al diario The Globe and Mail que China está utilizando a su sobrino “como un peón” en su disputa con Ottawa.