Por Emeli Pellegrino
El sistema educativo francés está organizado en tres grandes etapas: escuela, colegio e instituto. La educación en primaria y secundaria es gratuita, neutra, laica y obligatoria de los 6 a los 16 años.
En el año 2015, observando un retroceso en la educación y sobre todo en la parte de la ortografía, a pesar del rechazo de muchos educandos, se decidió volver a la práctica diaria del dictado. La gente de la docencia tanto de la antigua escuela como de la nueva se asombraron al ver que los nuevos sistemas educativos y los recientes medios de comunicación, como los mensajes de texto a través de los móviles, deterioraban la escritura y la comprensión de la tan apreciada lengua francesa.
Esta situación no solo se daba en las escuelas de nivel inicial sino que era también muy evidente en los niveles superiores, razón por la cual decenas de universidades y de institutos comenzaron a ofrecer talleres a sus alumnos para reforzar sus conocimientos en este área. Según un investigador de la Universidad de Toulon Loïc Drouallière, en los últimos 20 años se habían duplicado las faltas ortográficas entre los universitarios y cada vez eran más los jóvenes que se anotaban en algún curso de apoyo y que buscaban obtener un certificado denominado Voltaire. El mismo se consigue superando un examen consistente en un dictado y un cuestionario de 240 preguntas en las que hay que identificar las faltas de ortografía y gramática. Los universitarios lo hacían y aún lo hacen, conscientes de que cuando presenten un currículum vitae si él mismo tiene fallas no van a tener la posibilidad de lograr el puesto que pretenden.
También en su momento se preguntaron cómo hacer para trabajar la mente y sacarle el mayor de los provechos y entonces la propuesta fue volver al cálculo oral. Parece algo innecesario y sin sentido cuando se posee teléfonos inteligentes que te conectan a calculadoras en todo momento y te eximen de pensar en una cuenta ya sea multiplicación o división. Pero se tuvo en cuenta que el cerebro es una parte del cuerpo que debe ejercitarse, sino lo mismo podría ocurrir con el ejercicio físico, que hoy en día está potenciado en las sociedades de todo el mundo, no sería lógico dejar de practicarlo en razón de que nos movemos mediante otros medios como autos, motos, patines, etcétera.
Por los motivos mencionados se decidió incorporar a las clases un dictado diario, una serie de cálculos y además algo que era muy común en otra época, la lectura en voz alta.
En muchas ocasiones y esto es una tendencia a nivel mundial se decide en educación innovar y renunciar a viejos métodos, a formas de enseñanzas clásicas sin tener bien en claro hacia donde se va con el cambio. El caso de Francia fue uno de estos errores, un cambio que en lugar de traer avance dio como resultado “retroceso educativo”
Para realizar todos estos ajustes fue necesario hacer una revisión a fondo y notar que con los nuevos métodos de enseñanza se lograba un resultado catastrófico. Todas estas reformas se debieron implementar en el nivel primario de educación ya que en las etapas siguientes, sea colegio secundario o liceo, se daban cuenta que los alumnos llegaban incapaces de razonar, por lo tanto no eran aptos para acceder al nivel educativo correspondiente. Muchos sindicatos docentes no vieron con buenos ojos estos cambios, pero desde el gobierno presidido en ese año por Hollande y cuya ministra de educación era Najat Vallaud-Belkacem, decidieron llevarlos adelante pensando en las mentes del futuro que enriquecerián al país.