El ministro de Justicia Germán Garavano defendió la reforma del Régimen Penal Juvenil que impulsa el Gobierno nacional, al considerar que «sería una ley modelo para la región y gran parte del mundo» ya que, fuera de una baja de la imputabilidad, plantea «un régimen socio-educativo, reintegración social y trabajo que actualmente no existe».
En declaraciones radiales, Garavano agregó que bajar a 15 años la edad de imputabilidad «es un tema marginal» entre los 100 artículos del proyecto.
También apuntó que, en caso de que se lograra aprobar en el Congreso, la iniciativa permitiría saldar una «deuda de la democracia», ya que daría las herramientas para que «el Estado, cuando un joven tome la senda del delito, pueda sacarlo del espiral delictivo».
«El joven necesita que el Estado se interese y lo ayude, ver cómo lo saca de ese modo de vida del delito que después es tan difícil de revertir», dijo Garavano a radio Cooperativa.
«Trabajamos sobre estadísticas del Ministerio de Justicia y de otros organismos públicos que indican que, si bien el número de casos de menores de 15 años que cometen delitos graves contra la vida no es significativo, es el momento en el que se produce el quiebre a delitos más graves», explicó.
Sin embargo dijo que «la edad de imputabilidad es un tema marginal en el proyecto» y remarcó que «hoy el sistema de Justicia no tiene herramientas ni capacidades para enfrentar la intervención de los jóvenes en el delito y los jóvenes no tienen posibilidad de defensa».
«Conozco la situación de los institutos de menores, por eso es importante esta ley, que cambia este paradigma por completo. Si no cambiamos este statu quo (‘estado de cosas en un determinado momento’) no podremos corregir la situación que tenemos hoy», concluyó.