Dos niñas de 10 y 13 años fallecieron esta semana en la ciudad entrerriana de Nogoyá, mientras que otros cinco niños permanecían internados en Paraná y se esperaban los resultados de los análisis para confirmar si la causa fue el hantavirus, enfermedad que se cobró nueve vidas en la localidad chubutense de Epuyén desde diciembre pasado.
El director del hospital materno-infantil San Roque de Paraná Marcelo Itharte, explicó que «cuatro pacientes, los ingresos del miércoles y la niña de 9 años ingresada el jueves se encuentran de buen ánimo, buena tolerancia oral con nutrición y alimentación adecuada, todos con menos requerimientos de venoclisis».
Además, en declaraciones al portal El Once, Itharte señaló que «están completando tratamiento y por ahora en la sala común de cuidados progresivos».
Por su parte, el director de Epidemiología de Entre Ríos, Diego Garcilazo, dijo ante la prensa local que hasta que no se tengan los resultados de las muestras de tejidos, de sangre, materia fecal y líquido encefalorraquídeo enviados al Hospital Malbrán, y al Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias Coni, no se puede confirmar de qué enfermedad se trata, aunque señaló que el hantavirus «está dentro de las posibilidades».
«Todos tienen distintos diagnósticos, por lo que no podemos decir que todos los casos se asocian unos a otros, ni tampoco con las muertes ocurridas en Nogoyá. Ha habido diagnósticos de distintas características», señaló.
Además, Garcilazo explicó que a raíz del fallecimiento de las niñas de 10 y 13 años, que eran primas, se inició una investigación epidemiológica, la cual tiene varios procedimientos que consisten en encuestar a familiares directos y cercanos de los pacientes, hacer observación de lo que es el terreno y a su vez se levantar muestras que se envían a los laboratorios para determinar de qué enfermedad se trata.