La presidenta de la Asociación Argentina de Tecnólogos Alimentarios (Aata), Susana Socolovsky, afirmó que los edulcorantes no calóricos, comúnmente conocidos como sustitutos de azúcar, «son seguros» para su consumo, descartando cualquier relación que se le atribuye a distintas enfermedades como el cáncer.
Scolosvsky indicó que la seguridad de este tipo de ingredientes «es evaluado de forma periódica por numerosos comités científicos y organismos reguladores internacionales, como el Comité Mixto FAO/OMS de Expertos en Aditivos Alimentarios (JECFA, por sus siglas en inglés)».
La especialista, que es doctora en Ciencias Químicas de la Universidad de Buenos Aires, explicó que, como parte del proceso de evaluación de estos ingredientes, los organismos internacionales «determinan la ingesta diaria admisible (IDA), la cual constituye un índice capaz de medir la seguridad de la ingesta de un aditivo alimentario».
«Es la cantidad máxima de una sustancia que un individuo puede consumir diariamente durante toda su vida sin que ésta provoque ningún efecto adverso para su salud», señaló la especialista.
En diálogo con Noticias Argentinas, la experta aclaró además que los edulcorantes «no son indicados como terapias para bajar de peso», ya que su función es «reemplazar el efecto dulzor en el paladar» que suele brindar el azúcar.
«No hay que esperar un beneficio de los edulcorantes. Si hay un efecto secundario en la baja de peso, es porque se deja de consumir azúcar», puntualizó.
Socolovsky destacó también que los endulzantes no calóricos son «una herramienta clave para controlar la ingesta diaria de calorías y ayudar, así, a mantener una dieta balanceada» , más allá del desconocimiento y los prejuicios relacionados con estos productos, que atentan contra su consumo.
«Los edulcorantes no calóricos (ENC) se utilizan para sustituir el azúcar en alimentos y bebidas variados, y también están disponibles como edulcorantes de mesa para endulzar infusiones, postres, licuados de frutas, entre otros. Esto permite proporcionar a las personas una alternativa de dulzor sin calorías y sin el efecto metabólico de los azúcares. También mejora la calidad de vida de individuos con condiciones específicas de salud, ofreciéndoles alimentos modificados para sus necesidades especiales, tales como alimentos y bebidas sin azúcar para personas con diabetes», manifestó la Asociación Argentina de Tecnólogos Alimentarios (AATA).
Por su parte, la International Sweeteners Association (ISA) afirmó que los edulcorantes bajos en calorías «pueden ser herramientas útiles para controlar el peso, cuando se usan para reemplazar el azúcar y como parte de una dieta controlada en calorías y un estilo de vida saludable».
La entidad salió así a responder a una revisión de estudios científicos publicada en la revista The British Medical Journal que afirma que no hay evidencia convincente que respalde los beneficios para la salud del uso de endulzantes sin azúcar, y que no se puede descartar daños potenciales, producto de su consumo.
En ese sentido, la ISA, organización sin fines de lucro que representa a los fabricantes y usuarios de edulcorantes bajos en caloría; destacaron que tiene «un cuerpo abrumador de evidencia científica sólida» que demuestran «el papel benficioso» de los edulcorantes.
«En realidad, el reciente estudio sistemático publicado muestra que las personas que consumen edulcorantes bajos en calorías tienen una menor ingesta de energía y azúcar. Es importante destacar que se demostró que el uso de edulcorantes bajos en calorías reduce el peso corporal en consumidores obesos y con sobrepeso, es decir, en aquellas personas que pueden beneficiarse más de la pérdida de peso», indicó la entidad.
Además, la ISA recordó que «en un editorial de Vasanti Malik en BMJ 4, entre los adultos, los hallazgos de los ensayos controlados aleatorizados que compararon la administración de edulcorantes bajos en calorías con la ingesta de azúcar sugirieron pequeñas mejoras en el índice de masa corporal y concentraciones de glucosa en la sangre en ayunas que favorecen la elección de edulcorantes bajos en calorías».
«Entre los niños, la ingesta de edulcorantes bajos en calorías condujo a un aumento más pequeño en la puntuación z del índice de masa corporal que el consumo de azúcar», añadió.
Finalmente, la ISA dijo que el publicado por The British Medical Journal realizado por Ingrid Toews y colaboradore, si bien «es un estudio importante, presenta serias limitaciones que también se discuten en el editorial de BMJ realizado por Vasanti Malik».
«El estudio ha excluido ensayos importantes y bien diseñados, que han examinado los efectos a largo plazo de los productos con edulcorantes bajos en calorías (por ejemplo, bebidas carbonatadas light) en el control del peso», añadió.
La entidad aseguró que «al excluir dichos estudios, los resultados finales del estudio y el meta análisis podrían haberse visto afectados».
«En general, la riqueza de la evidencia científica hasta la fecha demuestra que los edulcorantes bajos en calorías pueden ser herramientas útiles no solo para controlar el peso, cuando se usan para reemplazar el azúcar y como parte de una dieta controlada en calorías y un estilo de vida saludable, sino que también pueden ser una ayuda importante para los diabéticos, ya que no afectan el control de la glucosa en sangre. Además, los edulcorantes bajos en calorías tienen el beneficio adicional de no ser fermentables por las bacterias orales y, por lo tanto, son ingredientes no cariogénicos e inocuos con los dientes», concluyó la ISA.