Son las nueve de la mañana del segundo viernes del año y la Rambla Catalunya todavía conserva la calma del comienzo de una jornada fresca de verano. La temperatura más que agradable y el viento propio de la cercanía al río Paraná convoca a unos pocos bañistas y deportistas matutinos. Pero por única vez en la temporada, el popular balneario de la ciudad aloja un evento más que especial: los casamientos al aire libre.
En un deck especialmente decorado para la ocasión, con motivos blancos y arreglos florales, se acomoda la familia de Leonardo y Marcia, la pareja que guardará para siempre el hecho de haber sido la primera en contraer matrimonio en ese escenario. Después de catorce años de relación, y con cuatro hijos que los acompañan, los inminentes esposos y sus familiares no esconden la emoción ante el hecho trascendental que están a punto de protagonizar.
“Hace muchos años que estamos juntos, luchando día a día, con nuestros cuatro hijos. Ellos nos pedían y decidimos en familia casarnos”, cuenta Marcia, de 29 años, después de dar el sí. A su lado, Leonardo, de 35, asiente y agrega que “había que firmar”. Residentes en el distrito Noroeste de la ciudad, esa misma noche tendrán su gran fiesta de bodas acompañados por sus seres queridos.
Mientras suena una banda en vivo que ameniza las ceremonias y los casi 20 invitados intercambian saludos y felicitaciones con el flamante matrimonio, la próxima pareja ya se prepara para su momento especial. La jueza Lucina Cejas, encargada de formalizar los tres casamientos que tendrán lugar a lo largo de la mañana (otros tres ocurrirán a la tarde), acomoda las actas y deja todo listo para oficiar una nueva ceremonia.
Horacio (36) y Mariela (28) prefieren que les digan “Chino” y “Maru”. Tras ocho años de noviazgo y cinco de convivencia, decidieron oficializar su relación. “Nosotros habíamos votado el proyecto y cuando nos avisaron que había ganado este lugar decidimos casarnos aquí”, relata ella, unos minutos antes de intercambiar anillos.
Una vez que los testigos afirmaron que la pareja era “libre de contraer matrimonio”, los chicos dieron el mutuo consentimiento y quedó inaugurada la familia Valdez-Soberón. “El hecho de socializar los casamientos, de que estén al alcance de todos en ámbitos tan lindos es hermoso”, afirmó la jueza Cejas, antes de recibir a la tercer y última pareja de la mañana.
Una iniciativa exitosa
La Municipalidad, junto al Registro Civil de la provincia, puso a disposición de los rosarinos en noviembre de 2017 El Rosedal del parque de la Independencia como escenario para celebrar casamientos civiles. Desde entonces, casi 100 parejas contrajeron matrimonio en ese espacio público y el viernes 11 de enero la experiencia se trasladó por única vez a la Rambla Catalunya, un escenario natural sin igual para dar el sí.
La propuesta de los casamientos al aire libre busca generar sentido de pertenencia y construir lazos afectivos entre los espacios públicos y los vecinos. A partir de febrero, las ceremonias vuelven a realizarse en El Rosedal y, con motivo del día de los enamorados, la fecha seleccionada es el jueves 14. Quienes elijan casarse en este espacio, deben pedir su turno en el Registro Civil.