Rusia acusó hoy a Estados Unidos de atentar abiertamente contra la soberanía de Venezuela al promover la creación de «estructuras gubernamentales alternativas» en el país latinoamericano, y reiteró su apoyo al presidente Nicolás Maduro, quien ayer asumió su segundo mandato.
«La desvergonzada política de Washington, que apunta a la creación anticonstitucional de estructuras gubernamentales alternativas de Venezuela es un abierto atentado contra la soberanía venezolana», sentenció el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia en un comunicado.
Moscú señaló que los intentos de aplicar a Venezuela la Carta Democrática Interamericana por una presunta ruptura del orden democrático es una «vía absolutamente sin perspectivas».
«No se debe provocar una mayor división de la sociedad venezolana. Hay que promover la búsqueda de la concordia, la unión de los esfuerzos del Gobierno y la oposición a fin de diminuir la tensión», añadió.
En opinión de la diplomacia rusa, muchos países latinoamericanos comparten este punto de vista.
«Vemos que en una serie de capitales europeas madura la comprensión de la importancia de hallar nuevas fórmulas de mediación para devolver a las autoridades y la oposición venezolanas a la mesa de negociaciones, algo que consideramos una señal positiva», sostuvo la cartera que dirige Serguéi Lavrov.
El Ministerio confirmó que Rusia «cooperará estrechamente con Venezuela, con su pueblo y sus autoridades legítimas» y seguirá profundizando sus relaciones de socios estratégicos con Caracas, consignó la agencia de noticias EFE.
«Continuaremos ayudando a Venezuela para que salga de la compleja situación económica en que se encuentra», subrayó Moscú.
La delegación rusa en la ceremonia de investidura estuvo encabezada por el vicepresidente del Consejo de la Federación (Senado), Iliás Umajánov.
Maduro tomó ayer posesión del cargo en medio de críticas internacionales sobre la legitimidad de su nuevo mandato.
El Consejo Permanente de la OEA declaró ayer que la institución no reconocerá la legitimidad del nuevo mandato de Maduro, la Unión Europea reclamó la celebración de nuevas elecciones y Paraguay rompió relaciones con Caracas, en el marco de una ofensiva diplomática para aislar al gobierno venezolano.