La militante anarquista que resultó herida en noviembre pasado, al explotarle una bomba casera que planeaba detonar en el cementerio de la Recoleta, seguirá detenida tras negarse a declarar este jueves ante el juez federal Daniel Rafecas.
Se trata de Anahí Esperanza Salcedo, imputada en la causa que investiga a la organización que integraba por dos hechos: uno en la tumba de Ramón Falcón en ese cementerio porteño y el otro en la casa del juez federal Claudio Bonadio el 16 de noviembre último, informaron fuentes judiciales.
La mujer estuvo internada y fue trasladada a los tribunales de Comodoro PY 2002 porque el Cuerpo Médico Forense determinó que estaba en condiciones de prestar declaración indagatoria.
Salcedo se negó a hablar y Rafecas dispuso que siga detenida, informaron fuentes del caso. En la investigación ya están procesados otros diez acusados con prisión preventiva.
La causa está a cargo del juez federal Julián Ercolini, reemplazado en la feria judicial de enero por su par Rafecas, quien estuvo a cargo del trámite junto al fiscal Carlos Rívolo.
La acusación es por «estrago por explosión con peligro de vida de personas, tenencia ilegítima de explosivos y apología del delito».
El 14 de noviembre último, Salcedo y el ya procesado Hugo Rodríguez se dirigieron al mausoleo que guarda los restos de quien fuera jefe policial, Ramón Falcón, en el cementerio de la Recoleta y, entre las 17,10 y las 17,24, colocaron un artefacto explosivo que detonó y provocó daños en el lugar y adyacencias, además de lesiones a la mujer.
Ese mismo día, a las 19,20, otro de los detenidos, Marco Nicolás Viola, arrojó desde la vereda un artefacto explosivo casero al interior del perímetro de la casa de Bonadio, en el barrio porteño de Belgrano R, que fue descubierto antes de detonar.
Al procesar al resto de los acusados, el juez consideró «acreditado con el grado de probabilidad requerido para la etapa que se transita la existencia de una agrupación conformada cuanto menos por Anahí Esperanza Salcedo, Hugo Alberto Rodríguez, Gastón Cárdenas, Julieta Fernández, Clarisa Cárdenas, Juan Manuel Rodríguez, Ernesto Marinageli, Roberto Omar Medina, Álvaro Gonzalo Godoy, Marcelo Oscar Medina y Marco Nicolás Viola, la que en pos de imponer sus ideas y combatir las ajenas, se vale de distintos medios a efectos de generar temor en la sociedad».
Parte de estas actividades «eran llevadas a cabo en el inmueble ubicado en la calle Pavón 2345, de esta ciudad, el cual funcionaba como lugar de reunión o punto de encuentro de sus integrantes, a la vez que allí eran guardados numerosos elementos que utilizaban para desarrollar sus acciones», consigna el informe policial en el lugar.
El intento de hacer detonar un explosivo en la casa de Bonadio, atribuido a una venganza por la detención de integrantes del grupo anarquista que ordenó el juez, «puso en peligro no sólo la vida del mencionado magistrado y su grupo familiar, sino también de los funcionarios policiales encargados de su custodia que allí se encontraban, y de personas indeterminadas que pudieran pasar por el lugar», remarcó Ercolini.
«Lo mismo corresponde decir en relación al segundo de esos hechos, puesto que el artilugio llevado por Rodríguez y Salcedo detonó en un lugar de acceso público que, además, se encuentra en un sector lindero con las calles Azcuénaga y Vicente López, donde obran locales comerciales y existe asidua circulación de peatones y vehículos», agregó en relación al explosivo que detonó en el cementerio de la Recoleta.