El gobernador Miguel Lifschitz recorrió ayer la zona del norte de la provincia más afectada por las constantes lluvias de las últimas semanas y declaró la emergencia hídrica. En este sentido, el ministro de Gobierno Pablo Farías, actualizó esta mañana el panorama y adelantó que “gran parte de las 300 mil hectáreas anegadas son productivas, por lo que el impacto va a ser grande”. Sin embargo, indicó que es prematuro hacer una evaluación completa.
Durante las últimas horas, continuaron las precipitaciones y en el extremo norte de Vera cayeron alrededor de 800 milímetros. Vera, 9 de Julio y General Obligado son los departamentos más afectados por la inundación y es donde el gobierno provincial está redoblando esfuerzos para controlar la situación.
Farías indicó en diálogo con Radio 2 que en el resto de la provincia también se están registrando más lluvias de las normales para la época y aclaró que “la caída de agua va a seguir siendo por encima de los niveles medios normales”. “La previsión de los meteorólogos es que en febrero también va a ser alta, como parte del fenómeno del niño”, agregó.
El ministro destacó que “lo urgente y más importante es atender el impacto social”, por lo que ya se está trabajando con los evacuados, en conjunto con gobiernos locales y con instituciones y la situación es manejable.