Ocho países europeos alcanzaron un acuerdo este miércoles para acoger a los 49 inmigrantes que desde hace más de dos semanas daban vueltas y esperaban en el Mediterráneo en dos barcos de rescate sin poder desembarcar en ningún puerto.
“El desembarco será en cuestión de horas», anunció el presidente de Malta, Joseph Muscat, al anunciar que será su gobierno quien permitirá tocar tierra al grupo que estaba sobre los barcos humanitarios alemanes Sea Watch y Sea Eye.
Una vez desembarcados, los inmigrantes se redistribuirán a ocho países de la Unión Europea (UE), incluida Italia, que acogerá a unos 15, según la edición online del diario La Repubblica. El entendimiento alcanzará a otros 131 inmigrantes que llegaron a la isla en los últimos días, lo que hace un total de 180 personas.
Además de Italia, los otros países son Alemania y Holanda -que albergarán 50 cada uno-, Francia, Portugal, Irlanda, Rumania y Luxemburgo. La UE, por otra parte, enviará expertos para ayudar a repatriar a otros 44 inmigrantes de Bangladesh que también desembarcaron en la isla.
Luego de alcanzado el acuerdo, el vicepremier italiano y máximo referente de la ultraderecha en ese gobierno, Matteo Salvini, volvió a mostrar su descontento por la decisión por enésima vez en la semana.
«Pretendo que me clarifiquen en las próximas horas. Que sean ocho u 88, yo no autorizo a ninguno», desafió el también ministro del Interior a través de las redes sociales. Aunque agregó que el gobierno de coalición que integra «no caerá», Salvini se mostró descontento con lo que llamó «una aceleración de Conte», en referencia al premier, Giuseppe.
La acogida del grupo había disparado una interna en el gobierno italiano, luego de que Salvini reafirmara una vez más su decisión de mantener «los puertos cerrados» a todos los inmigrantes.
Conte, el primer ministro, había sin embargo planteado que «de forma excepcional» el país podría acoger a las mujeres y niños que hace días deambulan por el Mediterráneo en dos barcos de rescate.
«No cambio y nunca cambiaré de idea. Ceder significaría reabrir la puerta al tráfico de seres humanos»; planteó Salvini, anoche en la red Facebook. «Si alguno, aún dentro del gobierno, acepta ceder a las exigencias de los traficantes y ONGs, no hará un buen servicio y deberá asumir la responsabilidad política», sostuvo con dureza.
Las palabras de Salvini fueron una respuesta a los dichos que, minutos antes, había hecho Conte en el programa «Porta a Porta» de la Rai. «Creo que Italia puede soportar excepcionalmente unas pocas mujeres y unos pocos niños», había declarado el premier, en relación a las personas que hace días deambulan a bordo de las embarcaciones Sea Watch y Sea Eye, ahora autorizadas a desembarcar.
«Si no podemos hacerlos desembarcar en el puerto, los voy a buscar en un avión y los traigo», exageró Conte, quien planteó de todos modos su intención de «no querer traicionar la línea de coherencia del gobierno» en la férrea política inmigratoria.
Salvini, de todos modos, agregó luego a través de la red Twitter que «a Italia se llega con un permiso o no se llega. No cambio de idea. Yo no me rindo», escribió el líder de la Liga Norte.