Dos de los heridos por la explosión en el estadio del Club Deportivo Español continúan “estables y en coma farmacológico” mientras que el tercero fue trasladado a una clínica de la localidad bonaerense de Avellaneda, aunque el estado de los tres sigue siendo crítico, informaron este lunes fuentes de la institución deportiva.
Diego Elías, presidente del Deportivo Español, dijo hoy que tanto Agustín Falco como Daniel Villaroel, dirigente y socio respectivamente, “continúan estables y ambos en coma farmacológico, conectados a un respirador artificial”.
Indicó que el gasista matriculado fue derivado del Hospital Santojanni a una clínica de la localidad bonaerense de Avellaneda por su obra social.
En relación al estado de Falco, de 28 años y que sufrió más del 90% de quemaduras en su cuerpo, el dirigente aseguró que “la presión sanguínea se encuentra bien y le están funcionando los riñones y pulmones” aunque afirmó que el estado sigue siendo “crítico”.
En cuanto a Villaroel informó que le están haciendo diálisis producto que sus riñones no están trabajando de la manera correcta.
“Estamos shockeados y muy tristes, este es un club en que nos conocemos todos. Los que vamos y participamos somos siempre los mismos, es como una gran familia”, explicó Omar González, socio del club.
Y continuó: “Sabemos que el pronóstico es muy complejo, y en el mejor de los casos por más que sea alentador sabemos que va a llevar mucho tiempo”, y explicó que “en el grupo de Whatsapp que tenemos entre los socios todos los días preguntan como sigue su situación y les mandan apoyo a la familia”.
En cuanto a la investigación, la justicia ya levantó la clausura del estadio ubicado en el barrio porteño de Parque Avellaneda.
Mensaje de apoyo de socios, hinchas y La 55 del Club.
Gracias pic.twitter.com/gzf4mRMRQd— Deportivo Español (@CDEspanol) January 7, 2019
El plantel profesional volvió hoy a los entrenamientos y el miércoles lo harán la reserva y las divisiones inferiores, aseguró Elías.
La explosión ocurrió el sábado por la tarde debajo de la platea local del estadio del club, cuando los hombres se disponían a realizar cambios en la instalación de gas por un requisito del Gobierno de la Ciudad.
El trabajo consistía en reubicar tres termotanques que estaban en un sótano y debían colocarse a nivel del suelo.