El gobierno de Santa Fe evalúa declarar la emergencia agropecuaria en los departamentos del noroeste de la provincia, afectados por anegamientos surgidos a partir de copiosas lluvias y la filtración de grandes masas de agua desde las provincias de Chaco y Santiago del Estero.
Voceros oficiales informaron a Télam que se trabaja en la confección del decreto «en virtud de la difícil situación que atraviesan productores agropecuarios de varios distritos de los departamentos Vera y 9 de Julio», donde además hay poblaciones amenazadas por la masa hídrica.
Se ven afectadas actividades ganaderas, por el aislamiento de algunas explotaciones, y agrícolas, en ese caso y en especial los sembrados de algodón.
En los días previos hubo recorridas de funcionarios del Ministerio de la Producción, entre ellos el titular de la Secretaría de Lechería, Ganadería y Recursos Naturales, Roberto Tión, quien pudo comprobar en el terreno los graves contratiempos provocados por los anegamientos.
En el departamento 9 de Julio, situado en el rincón noroeste de la provincia, los distritos más afectados son Villa Minetti, Margarita y El Nochero, que incluso corre riesgo de inundación en su traza urbana.
En tanto, en el departamento Vera, que limita con la provincia de Chaco, el panorama es preocupante en las localidades de Fortín Charrúa, Fortín Chilcas, Fortín Olmos y Los Amores.
Las fuentes señalaron que una vez que se publique el decreto provincial se comenzarán a recibir las declaraciones juradas de los productores, paso inicial para lograr la homologación que corresponde al gobierno nacional.
A su vez, desde la Secretaría de Protección Civil de la provincia se asiste a los habitantes de los pueblos que están aislados o con los accesos afectados por la presencia de agua.
Días atrás, el director de Protección Civil Zona Norte, Daniel Chersich, informó que los anegamientos de grandes extensiones de campo se originaron en las lluvias de inusual magnitud, de entre 250 y 400 milímetros en períodos cortos de tiempo.
Chersich dijo que hay lugares donde en 14 días llovió 700 milímetros, es decir el promedio que se espera para todo un año, lo que generó la saturación de napas y canales, que conlleva niveles de escurrimiento muy bajos.