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Por Enrique Genovar

Los ciclos sí o sí se terminan


Por Enrique Genovar

Marco Ruben se va de Central. El jugador símbolo de los últimos años del club se marcha al fútbol brasilero. Y su partida marca un final de ciclo. Sí, es que por más que muchos no quieran los ciclos se terminan y no hay futbolista que escape a esa situación.

El delantero vivió momentos muy buenos en el club y en otros la pasó mal. Pero el hecho de que el Canalla haya obtenido la Copa Argentina, con él en cancha, hace que su partida no sea en vano.

El ahora ex capitán fue todo un símbolo para la dirigencia. Marcó un camino. Es que cuando llegó había dudas por los antecedentes anteriores inmediatos. Sin embargo la forma de jugar de Eduardo Coudet le cayó como anillo al dedo y el jugador demostró todo su potencial.

Claro que las cosas fueron cambiando. Las finales perdidas de Copa y los cambios de entrenadores hicieron que sumado a situaciones desgraciadas a nivel personal el fuego innato de goleador se fuera apagando.

El último año fue sin dudas lo peor de Ruben con la camiseta de Central. Solamente marcó dos goles. Estuvo afuera de las canchas por lesiones. Nunca pudo volver al ser el que era. En el receso de invierno su salida parecía que era un hecho, sin embargo no llegó. La situación en los últimos seis meses no cambió para nada. El final de este ciclo venía acercándose a pasos agigantados.

Por supuesto que no se merecía irse sin nada. Y es por eso que la consagración en la Copa Argentina del Canalla lo habilitó como ningún otro compañero lo hizo adentro de la cancha para poder marcharse. Claro que si se analiza netamente el negocio, para Central no es bueno. Es que se va a préstamo y deben ir a buscar un reemplazo. Pero la ida de Ruben es justa, contra la finalización de los ciclos nadie puede hacer nada, solamente hay que saber que así como empiezan terminan.